Difícilmente los hinchas de Boca se olviden de este 7 de marzo de 2020. Al grito de “Dale campeón, dale campeón...!!!”, que bajaba de los cuatro costados, con la pitada final de Facundo Tello, la Bombonera explotó de felicidad. Y no era para menos ya que los hinchas xeneizes tuvieron que esperar hasta el gol de su ídolo, Carlitos Tevez, allá por el minuto 27 del complemento para asegurarse el campeonato, a sabiendas que Atlético Tucumán estaba empatando con River 1-1, en el estadio José Fierro de la capital tucumana..
Pero en el fútbol todo es posible y el empate del conjunto tucumano ante River en el Monumental tucumano y el triunfo ante Gimnasia en una Bombonera en la que no cabía ni un alfiler, le permitieron al xeneize que llegaba de punto y terminó haciendo saltar la banca, sumar una nueva estatuilla a su nutrida vitrina: la número 69 en sus 115 años de vida, que lo ratifican como el club más ganador del fútbol argentino.
Tuvieron que pasar 310 días desde la agónica victoria por penales ante Rosario Central que le permitió a Boca quedarse con la Supercopa Argentina para que sus hinchas volvieran a festejar un título local. Y 668 desde la obtención de la Superliga 2017/218 que, curiosamente, la ganó tras empatar 2-2 ante Gimnasia, en La Plata.
Con un Villa intratable poniéndose el equipo al hombro los primeros minutos mostraron a Boca muy movedizo y enchufado en busca del gol tempranero que le llevara un poco de tranquilidad y de ilusión. Y si bien Boca era el que tenía el control de la pelota pero no lograba perforar el férreo cerrojo defensivo de la visita, la tranquilidad y la ilusión iban a llegar desde Tucumán con el gol de cabeza de Toledo a River que, a esa altura, obligaba a un partido desempate para definir al campeòn.
Pero los festejos se acallaron con el gol de Suárez que le daba el empate al Millonario. Más que nunca, Boca necesitaba abrir el marcador para tranquilizarse y seguir soñando con la ayuda divina del Decano. Un claro penal no sancionado por Tello en el final del primer tiempo se lo podría haber dado.
Así, la incertidumbre y la angustia se trasladaban al complemento que, al igual que la primera mitad, arrancó con los de Russo haciendo el gasto, mientras que los de Maradona resistían en el fondo, a la espera de una contra.
Con Wanchope Abila en la cancha, Carlitos Tevez encontró al socio ideal para generar situaciones de riesgo. Boca necesitaba imperiosamente marcarle un gol a Gimnasia para soñar con el campeonato. Y de tanto ir e ir, finalmente lo consiguió con un tremendo zapatazo del Apache desde la medialuna que hizo estéril la reacción del 1 mens sana, Broun. La Bombonera explotó en un grito y Boca se sentía campeón.
Con los dos resultados soñados a su favor, los cinco minutos adicionados por Facundo Tello parecieron interminables para los hinchas de Boca que tenían el corazón y la mente puestos en el Monumental tucumano donde Atlético le dio la mano que Boca tanto necesitaba para que su sueño, ese que parecía muy poco probable, le diera paso a su estrella número 69. Boca es el campeón de la Superliga y River subcampeón.