El de anoche será recordado como el partido en el que el hondureño Héctor Castellanos siguió a Messi hasta las duchas. Se animó a hacerle marca hombre a hombre, a jugar a que otro no juegue, con el riesgo que eso significa. Pero allá fue, a seguir al pie de la letra el plan del entrenador Diego Vázquez.
Quince minutos duró la estrategia de Honduras. El seguidor serial le dio un metro a Messi, le permitió tener la pelota y pensar. Fue un error letal: Leo puso un pase en profundidad, con precisión milimétrica, para Papu Gómez, centro atrás y definición de Lautaro Martínez.
El 1-0 marcó la diferencia de jerarquía. Con Leo perseguido por su sombra, aparecieron Lo Celso, Da Paul y fundamentalmente Papu Gómez. Fueron los encargados de circular la pelota cuando no podía pasar por los pies de Messi.
Cuando el dominio de Argentina era abrumador, los hondureños se pusieron violentos. Ensuciaron el amistoso con la pierna al límite. Las protestas y los reclamos le empezaron a ganar al fútbol. Y cuando parecía que el primer tiempo se iba de esa manera, Castellanos le dio otro metro a Messi. Otra distracción determinante: Leo puso otro pase en profundidad para Lo Celso y le convirtieron penal. La Pulga se hizo cargo, por supuesto, y Castellanos no tuvo más remedio que dejarlo patear. El 2-0 cerró la primera etapa.
El segundo tiempo fue de Thiago Almada y Julián Alvarez. Los dos ingresaron y se acoplaron al ritmo que propuso la Selección. Con ellos volvieron las acciones de riesgo para el arco de Luis López. Lo tuvieron De Paul, Messi y Julián. El 2-0 ya parecía escaso. Entonces, otra vez, Leo tuvo un par de metros libres. Presionó Enzo Fernández, robó la pelota, le cayó a la Pulga y de primera definió por encima del arquero. Otra joyita.
Si estos amistosos sirven como anticipo de lo que podría llegar a ocurrir en Qatar, la noche de Miami prometió. Hay equipo y hay recambio. El triunfo alimentó el entusiasmo que nació con la Copa América ganada en el Maracaná. El “volveremos, volveremos…” que se escuchó en las plateas del estadio Hard Rock fue el termómetro que marcó lo que genera esta Selección.
El debut de la violeta
R.P.
Después de la campaña de presentación, de los elogios y de las críticas, la Selección estrenó anoche contra Honduras en Miami su discutida camiseta alternativa: la violeta. El debut terminó bien: además de la goleada, Messi brilló y no hubo contratiempos (lo que quiere todo el país en las semanas previas al Mundial de Qatar). “Por primera vez en la historia, Argentina presenta un diseño en tonos violetas, inspirada en la igualdad de género, una iniciativa que promueve los valores de diversidad e inclusión”, fue la explicación que dio Adidas sobre el color. Y aunque inmediatamente después de eso hubo quienes predijeron maldiciones, al menos hasta ahora, nada de eso sucedió.
