Último minuto. Tiro libre a metros del círculo. Rosario Luchetti escapa por la línea ante la marca de tres defensoras. Tira el centro atrás, otra defensora naranja despeja y tras mil rebotes Carla Rebecchi acaricia la bocha y con el revés la clava en el ángulo. Rugido descomunal de una Mendoza que festejó como nunca el agónico triunfo de Las Leonas 2-1 ante Holanda para meterse en la final del Champions Trophy. Su rival, hoy a las 19 (TV Pública), será Australia, que derrotó a Nueva Zelanda por penales, en lo que será el último partido de Luciana Aymar con la camiseta argentina. El cierre ideal.
Puro vértigo. Así comenzó el desarrollo del partido. Mucha fluidez y poca puntería. Pero fue el poder de fuego de las holandesas, actuales bicampeonas olímpicas y campeonas del mundo, el que abrió el marcador. Fue en el último minuto del primer cuarto, cuando Lidewij Welten pudo vencer a Belén Succi tras varias atajadas de la mejor jugadora del partido. Las argentinas se mantuvieron en partido por la excepcional actuación de su arquera.
Un corto de Silvina D’Elía puso el empate. Después llegó el sufrimiento y el grito agónico de Rebecchi. Para una nueva final de Las Leonas. Otro paso más en su enorme historia.