Cuando ayer alzó la copa en la mesa navideña, seguramente Mauricio Macri recordó la final perdida ante Estudiantes de La Plata y el título que se le escapó a Boca Juniors casi en forma increíble, luego de perder tres partidos en forma consecutiva. El titular del club de La Ribera reconoció que fue “un golpe duro”, aunque aseguró que el balance del año fue positivo.
“Fue un golpe duro para el mundo boquense. No por no ganar, sino por lo accesible que había quedado el tricampeonato”, afirmó Macri en una entrevista publicada hoy por el diario La Nación.
Sin embargo, el presidente de Boca opinó que el balance del año fue positivo: “Ganamos torneos importantes, estuvimos en la competencia hasta el final de todo lo que jugamos salvo en la Copa Sudamericana; promocionamos juveniles y consolidamos el desarrollo del club".
“Duele haber tenido el campeonato regalado y no ganarlo”, dijo Macri, quien analizó detenidamente las razones de la frustración boquense. El titular xeneize opinó que el equipo “se distrajo” contra Belgrano en Córdoba y que luego en la última fecha ante Lanús “ fue una cuestión de brujería”.
También se refirió al partido desempate ante los dirigidos por Diego Simeone. “ Boca fue muy superior once contra once y después apareció el error involuntario del línea, que también es parte del fútbol, que expulsó mal a Ledesma, que hasta ese momento era la figura de la cancha. Eso desequilibró al equipo y el técnico no le encontró la solución”, dijo el titular del club xeneize.
A Macri no le gustó nada la actitud de Ricardo La Volpe, entonces técnico de Boca, que dijo que si no ganaba el campeonato iba a dejar el cargo. “Me cayó pésimo la actitud del técnico, porque yo siempre digo que no hay que atar un proyecto al resultado de un partido. El tema es que La Volpe practicaba sincericidio permanentemente”, opinó.