El Mundial ya empieza. Y será, probablemente, el último capítulo –al menos a nivel selecciones– para varias de las estrellas que asomaron a principio de este siglo y brillaron durante estas dos décadas. Podría ser un equipo entero: un arquero campeón del mundo y tres líneas de lujo y en retirada. Hasta se podría armar un banco de suplentes con goleadores de las principales ligas.
Hay algunos que ya anunciaron que jugarán su último Mundial. Otros, aunque aún no lo explicitaron, lo saben por la edad que marca su documento. Cristiano Ronaldo, ganador de cinco balones de oro a lo largo de su carrera, es uno de esos ejemplos. Lionel Messi, por el contrario, siembra dudas: llega a Qatar con 35 años, pero como durante su carrera se encargó de hacer posible lo imposible, hay quienes dudan de que no llegue en forma a 2026. El mes pasado Leo dijo que “seguramente” sea su último Mundial. Y el técnico de Argentina, Lionel Scaloni, contrapuso: “Puede ser que sea el último Mundial de Messi, ojalá que no”. El resultado de Qatar será decisivo en ese sentido.
Pero además de Ronaldo y Messi, que protagonizaron el duelo de este siglo, muchos otros se despedirán en el desierto qatarí, como Manuel Neuer, de 36 años y con 113 partidos en la selección alemana. Qatar 2022 será el cuarto Mundial. En Brasil 2014 fue fundamental para llevar a su país a la gloria.
En la defensa podrían estar Dani Alves –39 años y 43 títulos en su carrera, el jugador más ganador en la historia del fútbol–; Thiago Silva, que quiere olvidar el fatídico partido en el que Alemania los goleó 7-1; Diego Godín, que llega a Qatar con la última reserva de físico para disputar su cuarto Mundial; y Jordi Alba, integrante de la selección de España, que ganó la Eurocopa de 2012 y uno de los mejores socios que tuvo Messi a lo largo de su carrera.
En el medio campo, donde podrían estar Sergio Busquets, campeón del mundo y de Europa en 2010 y 2012 con España; Ángel Di María, nuestro querido y maltratado Fideo, eximido de cualquier atisbo de crítica por su gol en la final de la Copa América 2021; y el gran Luka Modric, que brilla en el Real Madrid y se sacó la espina de actuaciones opacas en mundiales en Rusia 2018, donde llegó a la final con Croacia e incluso ganó el Balón de Oro que entrega L’Equipe. Ahí, en el medio campo, podría sumarse un cuarto: Thomas Muller, un futbolista que parece haber nacido para los mundiales. Será su cuarto: llegó a la semi en 2010, fue campeón en 2014 y quedó eliminado en el grupo en 2018.
Arriba podría haber dos, tres y hasta seis delanteros. Cristiano, el mayor goleador de la historia del fútbol, al que solo le falta una Copa del Mundo en su vitrina. Lean bien esto: jugó 191 partidos con la camiseta de Portugal y anotó 117 goles, lo que también lo convierte en el máximo goleador de selecciones de la historia.
Con 35 años, Luis Suárez también puede decir adiós en Qatar. Disputará su cuarta Copa del Mundo: la primera será recordada por siempre por la atajada que motivó su expulsión pero además que Uruguay pudiera eliminar a Ghana en cuartos, y la segunda por su mordisco a Chiellini y los goles a Inglaterra. Con la Celeste disputó 134 partidos y anotó 68 goles.
En el lote de atacantes se podría incluir a otro uruguayo como Edinson Cavani, autor de cinco goles en tres mundiales distintos con Uruguay. O un polaco como Robert Lewandowski, de gran carrera en clubes, pero sin tanto brillo con su equipo nacional. O un francés como Karim Benzema, que estuvo alejado de su selección por una pelea con el técnico Deschamps, y que ahora volverá a jugar un Mundial tras recibir el indulto del entrenador.
Falta Messi. ¿Pero qué podemos decir de Messi? Con solo leer las estadísticas alcanza: hizo 90 goles en 165 partidos con la selección argentina. También, como a Ronaldo, le falta ganar un Mundial. Ojalá sea este.
