Daniel Villa se dedicó a la producción hortícola desde chico. En La Plata trabajó como peón, mediero y hace dos años, arrendatario. Hizo mejoras en el predio que le alquiló a una pequeña rentista de El Peligro. Pero ahora tiene que renovar el alquiler, y la dueña le duplicó el valor. Villa no puede afrontar ese costo.
Entonces, la rentista le pide que se vaya y no le reconoce las mejoras que hizo en el predio. Si este pequeño arrendatario se va, debe volver a ser mediero. Si se queda, debe pagar el doble del alquiler por la tierra que cultiva. Por eso se acercó al Centro de Atención Jurídica Gratuita para Productores Agropecuarios Familiares, para que lo ayuden a recuperar los materiales que puso en los cuatro invernáculos que le compró al arrendatario anterior.
El caso de Villa es recurrente en el Cordón Hortícola Platense, donde se creó el centro de asesoramiento a instancias de trabajos de las facultades de Ciencias Agrarias y Veterinaria, con productores familiares. Es coordinado por el abogado Edgardo González, docente e investigador del INTA.
Funciona en la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, en la Avenida 60 y 119, los días lunes en el horario de 14 a 17, y tiene una guardia telefónica para responder las demandas urgentes de los pequeños huerteros del Cordón Hortícola Platense.
Es un Centro de Atención Jurídica Gratuita con especialización en lo agrario, cuya misión consiste en establecer mecanismos para facilitar el acceso a la Justicia, desde la evacuación de consultas, hasta el patrocinio de personas de escasos recursos. Cuenta con el acompañamiento de las facultades de Veterinaria, de Ciencias Agrarias y Forestales, y del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar de la Región Pampeana del INTA.
Por nivel tecnológico, volumen, calidad, período de oferta y precios, La Plata se convirtió en la última década en la principal región productiva de hortalizas frescas de la Argentina, con 775 hectáreas bajo cubierta (según datos oficiales de 2005).
En los últimos veinte años el invernáculo y también el rol asumido por el horticultor boliviano –el nuevo actor social de la región– posibilitaron que La Plata incremente su producción absoluta.