Las Leliq se han convertido en una de las palabras más mencionadas por economistas y analistas financieros durante los últimos días. Son, en paralelo a la banda cambiaria, una de las herramientas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para lograr absorber pesos del mercado y contener de esta manera la presión sobre el dólar. Aquí, las principales claves para entender este instrumento.
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Las Letras de Liquidez (Leliq) fueron creadas durante la presidencia de Federico Sturzenegger al frente del BCRA en enero de 2018.
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No obstante, fueron ganando protagonismo con el transcurso del tiempo. En agosto, el entonces titular del Central, Luis Caputo, decidió que sean colocadas como letras de referencia de la política monetaria. Es decir, el valor que alcance su tasa de interés marca el pulso de los créditos.
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Con la gestión de Guido Sandleris al frente de la autoridad monetaria, las Leliq se convirtieron en un instrumento aún más central, ya que, junto con las bandas cambiarias, son las principales apuestas para frenar la apreciación del dólar en relación al peso
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Son títulos a 7 días que se licitan diariamente y solo pueden ser suscriptas por bancos. Esto las diferencia de las Lebac, que se licitaban mensualmente y que podían ser tomadas por cualquier inversor.
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La tasa de Leliq tiene un piso mínimo del 60% y, actualmente, supera el 70% de interés. El Banco Central busca, de esta forma, que los pesos que están en el mercado se utilicen en este instrumento y que no vayan hacia el dólar, para que no se dispare el valor de la moneda estadounidense. Esto se suma a la idea de no emitir dinero hasta junio, lo que implica “secar la plaza”.
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El stock de Leliq ya supera los 430 mil millones de pesos. El economista Amílcar Collante auguró en Twitter que, para fin de 2018, esa cifra alcanzará los 880 mil millones.
De continuar con altas tasa de interés + desarme lebacs .El stock de Leliq será de 880.000/890.000 millones de pesos a fin de año
— Amilcar Collante (@AmilcarCollante) October 4, 2018
"Este instrumento va a seguir pagando tasas elevadas, porque va a tener que absorber el dinero que está en Lebac, ya que el Banco Central asumió el compromiso de no elevar la base monetaria", explicó a PERFIL el analista Christian Buteler. Asimismo, Buteler advirtió que "estamos ante el riesgo de que la tasa siga subiendo".
El ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, señaló: “Si el Banco Central convalida una tasa del 72% a pocos días, el resto de la economía no tiene crédito. Vía Leliq vas a tener una suba en los pasivos monetarios muy importantes. Esta absorción monetaria no es gratis, tiene el costo de que va a generar un déficit cuasi fiscal tan o más importante que el déficit fiscal que estás teniendo".
Vanoli se preguntó también “¿Qué banco va a prestar dinero, si puede colocar a un día al 70%?". En ese sentido, el ex presidente del Banco Central agregó: "Es muy fácil ser banco así. Vos captás plazos fijos al 40% te das vuelta y los volcás al 70%. La enorme brecha que hay entre tasa activa y tasa pasiva es el spread con el que ganan los bancos".
Respecto de las tasas, Buteler se refirió al impacto en la economía: "Las pymes son las que más están sufriendo la suba de tasas. Esta falta de financiamiento para empresas se traduce en mayor recesión, en problemas en la cadena de pagos y en cheques rechazados. Y en ese inconveniente, las más perjudicadas son las pymes".
El temor de algunos analistas es que se genere una bola de nieve similar a la de de las Lebac, instrumento que el Banco Central está desarmando. "La la pelota insalvable de Lebacs no se soluciono, sino que mutó en algo mucho más peligroso", advirtió el analista financiero Pablo Paolucci.
El director de Econométrica, Ramiro Castiñeira, explicó cuál considera que es la clave para que tenga éxito la política de las Leliq: “La consistencia del nuevo programa no pasa por cambiar Lebac al 30% por Leliq al 60%, sino en el compromiso del Tesoro en reducir su déficit a cero, para que el BCRA no prenda la maquinita al financiarlo. Sólo si se cumple el compromiso, las Leliq no serán la estafa que fueron las Lebac".
Cuando habla de "estafa" Castiñeira se refiere a que la devaluación licuó el el valor en dólares de las Lebac y que eso generó una enorme pérdida para los tenedores. Castiñeira afirmó también que con estas tasas "los tiempos para crear una bomba, como las de las Lebac, son más cortos" y criticó que, si bien se desarma la generación de dinero, "no se desarma la generación de pasivos".