La Canasta básica total de junio para una familia tipo fue de $66.488. Este jueves se conocerán los índices del INDEC para julio. Lo cierto, es que según relevamientos de privados, aumentó la cantidad de argentinos que compran insumos de primera necesidad, como alimentos y bebidas, por medio de tarjetas de crédito y billeteras electrónicas.
Dos tipos de consumidores, dos realidades contrastantes: los que buscan la manera de tener el plato de comida diaria; y los que se abastecen en cantidad y con ofertas. Es una tendencia que se vienen dando hace años, y que últimamente, se ha acrecentado y asentado en nuestra sociedad.
Comercio online, en números
El comercio electrónico aumentó un 185% en el primer semestre del 2021, según un relevamiento de Tiendanube. Este porcentaje equivale a 26.300 millones de pesos. Alejandro Vázquez, CCO & Co-fundador de la empresa, explicó a PERFIL que la principal causa de este crecimiento acelerado fueron las restricciones ocasionadas por la pandemia.
“Las personas eligieron realizar las compras de este tipo de productos que antes adquirían presencialmente, de forma online. Adicionalmente, muchos negocios de esta industria optaron por subirse al mundo online con una oferta de unidades de negocio complementarias a sus categorías tradicionales. Por ejemplo: el caso de caterings y restaurantes que viraron a la venta de ‘boxes, las conocidas experiencias para disfrutar en casa”, detalló el empresario.
El ticket promedio en Argentina para la categoría Alimentos y Bebidas es de $3850. Vázquez especificó que de 2020 a 2021 se mostró un aumento del 67%. Sin embargo, la cantidad de productos por ticket varía enormemente y la escala se extiende desde compras que van de los 3 a los 40 productos en el carrito.
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Los que no llegan a fin de mes
Además del cambio en el comportamiento de consumo, la pandemia trajo como consecuencia directa la inflación a gran escala, el desempleo, la pérdida de poder adquisitivo. En este contexto, es que Osvaldo Del Río, CEO de la consultora SCENTIA, afirmó en diálogo con PERFIL que “hay una sociedad más empobrecida y más endeudada, que compra para comer y después ve como lo paga”.
Según distintas fuentes consultadas, se crea un círculo de endeudamiento en donde muchos argentinos tarjetean porque están sin ingresos. Y luego, tratan de ir viendo en qué momento logran recobrar su fuente de trabajo para pagar lo que están generando como deuda.
A esto se suma, que es en el supermercado en donde se utilizan en mayor medida las tarjetas alimentar. “Hay un crecimiento muy marcado de la compra física con este tipo de tarjetas destinado a primeras necesidades. Casi el 50% de la gente no puede cubrir la canasta básica. El asistencialismo es necesario porque si no la gente no come”, señaló Osvaldo Del Río.
Parte de la clase media también se encuentra en esta categoría con el famoso “no llegó a fin de mes y compro con la tarjeta para estirar”. La comunicadora especialista en consumo, Carolina Suárez, explicó que este es el consumidor que va al supermercado con la tarjeta clásica porque no tiene más efectivo, ni débito porque no le queda plata y “patea el pago” usando este medio.
“Es común que abonen la compra de alimentos de los últimos 10 días, la última semana, y después ven cómo lo cancelan cuando les llega el resumen del banco”, manifestó.
Lo que sí es una tendencia marcada es que las necesidades alimentarias se cubren en un pago, y en rara ocasión, se financian.
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Los que aprovechan las ofertas
Como Argentina es diversa, también lo es su panorama económico. Como señaló a PERFIL Carolina Suárez, hay “quienes van al mayorista y hacen una compra muy grande para la familia y almacenan productos de primera necesidad para los próximos 6 meses. Estamos hablando de personas con un buen poder adquisitivo que saben que van a poder pagar”.
El 40% de las compras en el supermercado se hacen con débito o crédito, que en facturación equivale a más del 60% de los ingresos. “El que compra con tarjeta, compra más cantidad. Las transacciones online son una tendencia instalada que va en crecimiento”, expresó Osvaldo Del Río, CEO de la consultora SCENTIA.
También entran en juego las ofertas de los distintos mercados con puntos, descuentos, devolución de dinero en donde todas las estrategias posibles con tarjetas o billeteras electrónicas están a la orden del día.
“Hay 12 millones activos en billeteras electrónicas. Empiezan con el atractivo de que al comercio que van le descuentan entre el 20 y 25% en la primera compra. No llevan efectivo ni tarjetas y hacen todo con el celular. Incluso hay muchas madres que hacen todo online, y después, pasan a retirar por puntos de entrega sin que se adicione costo de envío”, contó Suárez sobre la nueva tendencia de consumo.
El otro fenómeno, en lo que es compra de alimentos, que genera grandes cantidades de consultas que se traducen en ventas son los eventos comerciales como el Cyber Monday, Black Friday. Hace 7 años aproximadamente se incorporó este rubro y es de los que más traccionan.
Las cifras marcan un claro crecimiento del comercio online. Los especialistas en consumo confirman esta tendencia y ahondaron en explicaciones más profundas. Dos caras de una misma moneda. Tal como detalló la consultora SCENTIA, “hay que tener en cuenta la estructura social en Argentina, en donde hay grandes masas de gente con ingresos muy bajos que ni siquiera piensan en la venta online. Sino que el e-commerce es más bien un fenómeno concentrado en la clase media y media alta”