En marzo de este 2020 trepó el uso de tarjetas de crédito de las familias para financiar el consumo, al tiempo que se aceleró el crecimiento de los préstamos en pesos al sector privado, debido a la falta de liquidez que originó el aislamiento preventivo, social, y obligatorio dispuesto por el gobierno a partir del 20 de marzo para mitigar los efectos de la propagación del coronavirus.
Así surge del informe Monetario Mensual difundido hoy por el Banco Central, que reflejó además un aumento de la base monetaria de 4,4% mensual, y de 47,7% interanual, por la mayor emisión de la entidad monetaria para solventar las distintas medidas de ayuda adoptadas para atenuar el impacto económico de la menor actividad en distintos sectores frente a emergencia sanitaria.
Las financiaciones con tarjetas de crédito crecieron en marzo 1,9%, en términos nóminales y sin estacionalidad, y en los últimos doce meses acumularon un alza de 52%.
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“Generalmente, este mes marca el inicio de la actividad financiera anual de las familias con el fin de las vacaciones y el regreso a la escuela: una serie de gastos acumulados durante el período veraniego más los necesarios para afrontar el inicio del ciclo lectivo en todos los niveles impulsa las colocaciones”, explicó Guillermo Barbero, Socio de FIRST CAPITAL GROUP. Asimismo, el analista sostuvo que “se agrega un condimento adicional, las restricciones a la actividad de los bancos y agencias de cobranzas durante la segunda quincena del mes, puede haber resentido en algo la recaudación de los pagos y por ende mostrar saldos más elevados de lo habitual”.
El BCRA evaluó que en abril que “la evolución de esta línea estará influida por diversas medidas”. En este sentido, recordó que debido a la prolongación de la cuarentena obligatoria hasta el 12 de abril, se postergaron los vencimientos de las tarjetas de crédito hasta el 13 del mismo mes, los clientes de las entidades podrán cancelarlos hasta esa fecha sin ningún recargo. También se dispuso una reducción de la tasa máxima de financiamiento desde 55% a. a 49% anual, mientras que el programa Ahora 12 se extendió por tres meses, hasta el 30 de junio, y se agregaron nuevos rubros, como alimentos y medicamentos, además de compras online en cuotas fijas.
Por su parte, los préstamos en pesos al sector privado verificaron en marzo una suba promedio mensual de 3,4% en términos nominales y sin estacionalidad, la mayor de los últimos cuatro meses, con una variación interanual de 25,2%. En términos reales, esos préstamos tuvieron un ascenso de 0,8% en el mes, “tras 23 meses consecutivos de caídas”, mientras que en la comparación interanual exhibieron una disminución de 17,2%.
Las líneas destinadas esencialmente a las empresas (adelantos, documentos y otros préstamos) fueron las que traccionaron el crecimiento del mes, debido a la mayor necesidad de fondos que ocasionó la interrupción de muchas actividades productivas como consecuencia de la cuarentena.
“La línea de adelantos fue la que mantuvo una tendencia creciente sostenida durante la segunda quincena del mes, lo que podría reflejar las condiciones de acceso más fáciles en términos operativos frente al resto. Así, los adelantos crecieron 11,5% en el mes y su variación interanual se aceleró 18 puntos porcentuales respecto a febrero, al alcanzar 69,6%”, puntualizó el documento-
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En lo que respecta a los préstamos con garantía real, los hipotecarios registraron una caída nominal de 0,6%, revirtiendo la suba del mes anterior. El gobierno dispuso la semana pasda el congelamiento de la cuota mensual de los créditos hipotecarios hasta el día 30 de septiembre, siempre que se trate de vivienda única y que la misma se encuentre ocupada. La cuota no podrá superar el importe de la correspondiente al mes de marzo.
El informe del BCRA planteó que “a partir de la segunda quincena de marzo, se observó un aumento de la demanda de dinero transaccional como resultado de la combinación de diferentes factores: motivos precautorios, la imposibilidad de concertar depósitos a plazo de manera presencial, y el cobro del subsidio extraordinario destinado a beneficiarios de asignaciones sociales y jubilados durante los últimos días.
Así, en términos reales y desestacionalizados, el circulante en poder del público evidenció un aumento promedio mensual de 2,6%, mientras que los depósitos a la vista en pesos del sector privado registraron un crecimiento promedio mensual de 6,6%”.
Según indicó, entre el 20 y el 31 de marzo -primera fase de la cuarenta- parte de los depósitos a plazo en pesos no fue renovado.
“El 65% de la caída del stock de las colocaciones a plazo durante ese período se tradujo en un crecimiento de saldos inmovilizados, lo que reflejaría la concentración de este comportamiento en los titulares que habitualmente realizan sus operaciones de manera presencial. El saldo promedio mensual de los depósitos a plazo del sector privado creció 4,0% respecto a febrero en términos nominales (1,4% en términos reales), mientras que la suma de plazos fijos y saldos inmovilizados completó un crecimiento promedio mensual de 4,8%”