El dólar mayorista sigue inmune a las compras del Banco Central, que además de sumar reservas envía señales de que, como anticipó PERFIL, está preparado para sortear turbulencias electorales.
Ayer cerró para la venta a $ 37,17, otra vez por debajo del piso de la zona de no intervención que se ubicaba en $ 37,88. Bajó 18 centavos frente al día anterior, y descendió 14 centavos en la semana. La lupa del mercado estuvo puesta en qué cantidad de divisas compraría la entidad monetaria, porque el jueves el Comité de Política Monetaria del BCRA decidió subir el tope diario de compra de US$ 50 millones a US$ 75 millones cuando perfora el umbral de la banda. Sin embargo, la institución no usó todo el poder de fuego, y adquirió solo US$ 50 millones. Así, desde que debutó con esa herramienta el 10 de enero, las compras ya suman US$ 610 millones. En el segmento minorista, el dólar para la venta finalizó a $ 38,30, mostrando subas de 3 centavos respecto al jueves, y de 12 centavos en la semana.
Decisión. La expectativa del mercado era que el tope de compras se podría ampliar hasta los US$ 150 millones que permite el acuerdo con el FMI, para evitar una mayor apreciación del peso. Sin embargo, fuentes del Banco Central explicaron que el límite de compra se define “en función del impacto monetario”, porque al comprar se expande la base monetaria, y “queremos estar seguros que ese aumento es completamente absorbible por el sistema”. También negaron que esa mayor inyección de pesos sea inflacionaria al alegar que “es demanda genuina por pesos”.
Confianza. En el BCRA admiten que buen el clima internacional ayudó a afianzar en enero la calma cambiaria. Sin embargo, evalúan que “el gran cambio que se reflejó en el sistema financiero es el de los flujos de dólares de la economía”. Al respecto, subrayan que “mientras en junio de 2018 sentíamos que todos los días nos faltaban US$ 500 millones” para abastecer la demanda “ese número hoy es un superávit diario de casi US$ 100 millones”. Replican a los economistas que advierten que podría darse un salto de hasta 30% en el tipo de cambio por la amplitud de la banda entre el piso y el techo. “No encontramos los números de demanda que pudieran explicar eso”. Y aseguraron que ante una eventual dolarización por riesgo electoral “creemos que nos siguen sobrando los dólares”. Explican que esa oferta proviene de dos vías: “Los dólares que venderán el Tesoro al mercado (aproximadamente 10 mil millones del FMI), y nosotros tenemos otros 3 mil millones para intervenir en el mercado de futuros, más lo que compremos (de divisas) si es que compramos”. Así, enfatizaron que “la relación entre la oferta que disponemos y los pesos que estimamos que podrían ir a una dolarización (de plazos fijos y de activos en manos de extranjeros) es más del doble, es 2 a 1”.