Para la negociación de un crédito con el Fondo Monetario Internacional, el Gobierno tiene que presentar “un plan económico”. Por eso después de reunirse con el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne a su vuelta de Washington, el presidente Mauricio Macri reunió también a la “mesa chica”.
fAl caer la tarde, la reunión en Olivos convocó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los vicejefes, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, además de Dujovne y el ministro de Finanzas, Luis Caputo. El aval de los empresarios y de los gobernadores terminó de completar los encuentros para que se prepare una hoja de ruta.
“Es una exigencia de un acuerdo del tipo stand by”, explicó una fuente que conoce el organismo. El Fondo analizará el caso argentino después de su reunión de directorio la próxima semana, aunque el día a día de las negociaciones recae en el “Argentina Desk”, el grupo especializado que conduce un viejo conocido, Roberto Cardarelli.
La reunión con las provincias fue clara: tendrán que redoblar esfuerzos para ya no solo cumplir con sus metas fiscales sino tratar de sumar unos puntos de ahorro en el gasto público.
Como contrapartida, después de anunciar recortes a la obra pública, se buscará ampliar el financiamiento de los organismos internacionales de crédito –además del FMI– para las obras de infraestructura. Así lo dijo Caputo, que de todas formas ratificó su confianza en que el plan de obra público-privada permitirá suplir parte de los fondos que hasta ahora iban a salir del Tesoro para rutas, redes de ferrocarriles y obras marítima, entre otras. Según indicó el ministro, el Banco Mundial, la ex CAF y hoy Banco de Desarrollo de América latina y el Banco Interamericano de Desarrollo, se comprometieron a participar del financiamiento extra que negocia el Gobierno. Estas entidades ya se encaminaban a aumentar su fondeo de todas formas, como publicó PERFIL hace unos meses.
El “colchón” del FMI y los demás organismos buscan llevarle tranquilidad al mercado. El dólar ayer volvió a escalar y llegó a los $ 24,30 para después bajar a $ 23,70. En el medio, surgieron versiones de un canje de Lebacs por bonos para descomprimir el volumen de vencimientos de las letras del Banco Central. Sin embargo, desde la autoridad monetaria negaron que esa medida esté en estudio.
Más líneas. Con un dólar que no da tregua después de anunciar que se llegaba al prestamista de última instancia –una noticia que sorprendió incluso a los funcionarios del mismo FMI– el blindaje que analiza el Gobierno también abarca préstamos de bancos comerciales e incluso un swap o líneas especiales de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Según el economista Mario Blejer, la Fed planteó la posibilidad de generar estos fondos para compensar a los países emergentes por su suba de tasas.
Uno de los efectos del plan será el enfriamiento de la economía. Por eso también se buscó el apoyo del sector de la “economía real”, que deberá esperar a fin de año para ver alguna mejora. Tras la reunión con los empresarios, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, reconoció que la suba del dólar impactará en los precios de los insumos importados. Según el funcionario no hubo movimientos de precios todavía, aunque quienes siguen la canasta de alimentos marcan una estrecha relación entre el dólar y los precios, lo que está a su vez recalentando las paritarias.
El plan que presenten los funcionarios argentinos queda sujeto a opinión del FMI. Las seis semanas que se plantearon que llevarán las negociaciones “suelen ser más, pero depende de cuánto cuestione el país las contrapropuestas del Fondo”. Si el armado de un plan económico presenta problemas, incluso, el FMI puede allanar el camino. “En muchas ocasiones el primer borrador lo hace el equipo del Fondo del país y se lo muestra al país”, indicó la fuente.
