ECONOMIA
Alimentación saludable

Etiquetado frontal de los alimentos: la industria pide "no desatender al sector productivo"

Vuelve a escena el debate sobre la Ley de Etiquetado Frontal de los Alimentos y la industria salió a mostrar su postura. El CIL, por caso, advirtió que "generará asimetrías, problemas legales, productivos y logísticos que afectarán las exportaciones de lácteos".

Ley de etiquetado frontal de alimentos 20210412
Ley de etiquetado frontal de alimentos | Cedoc Perfil

La Cámara de Diputados retomará el próximo martes 13 de julio el tratamiento de la ley de Promoción de la Alimentación Saludable, también conocida como Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos, con lo cual regresa el tema a la agenda de las empresas alimenticias. En las últimas horas, salieron algunas entidades y manifestar su posición, entre ellas la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y el Centro de Industrias Lácteas (CIL)

La Copal explicó en un comunicado oficial que adhiere a la idea de un "Etiquetado Frontal que informe correctamente al consumidor y que permita a la industria mejorar el perfil nutricional de los alimentos y bebidas", pero también manifestó su deseo de que sea "en forma gradual", de igual modo que pidió que dicha Ley "también atienda la mirada del sector productivo". 

Por su parte, el CIL expresó su malestar puesto que según su mirada "generará asimetrías, problemas legales, productivos y logísticos que afectarán las exportaciones de lácteos argentinos": 

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Vale recordar que la Ley de Etiquetado Frontal ya cuenta con media sanción del Senado pero aún no logra los consensos necesarios para su puesta en vigencia. La iniciativa propone advertir sobre el exceso de grasa, calorías, sodio y azúcar en los alimentos y ha generado discusión con fuertes cruces entre empresarios, productores y especialistas de la salud.

En general, desde la sociedad hay fuerte consenso sobre la necesidad de incluir una ley que avance sobre la alimentación saludable, sin embargo las alimenticias también tienen algo para decir.

Por caso, las 35 cámaras sectoriales y las más de 14.500 empresas de alimentos y bebidas, PyMEs y economías regionales del país nucleadas en la COPAL, coinciden en "la necesidad de contar con un modelo de etiquetado frontal que informe correctamente a los consumidores".  No obstante, también solicitan "que el texto aprobado por el Senado recupere la mirada y aportes del sector productivo".

"Lejos de obstaculizar el debate, nuestro sector busca lograr una propuesta que permita informar de manera comprensible, correcta y veraz al consumidor -el verdadero beneficiario- sin desatender la mirada y las preocupaciones del sector productivo", enfatizaron en un comunicado.

Piden realizar algunas modificaciones que contemplen:

● La importancia de la armonización en el MERCOSUR dado que ese es el ámbito dispuesto para este tipo de regulaciones, y que el comercio intra-bloque genera importantes oportunidades de desarrollo para nuestros países.

● La clarificación respecto de las exclusiones y los valores máximos del perfil de nutrientes. Tal como explicaron "el de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que propone el proyecto se calcula por kilocalorías, un aspecto netamente técnico que parece haberse soslayado y que acarrearía una serie de confusiones que deberían ser evitadas. Esta parcialidad genera una distorsión que hace que muchos productos recomendados por las Guías Alimentarias Argentinas queden alcanzados por el Etiquetado Frontal. Considerando lo anterior, varios países de la región han trabajado en normativas nacionales tomando también otras referencias además del modelo de perfil OPS. La Autoridad Sanitaria Nacional debería ser la responsable de establecer los límites y exclusiones tomando otras referencias además de OPS", definieron.

 

Qué dice la industria láctea y por qué sería perjudicada

 

El CIL, la entidad que representa a pequeñas, medianas y grandes empresas del sector, al igual que COPAL adhiere a la iniciativa de contar con una ley que permita al consumidor conocer la información nutricional "clara y veraz", pero al mismo tiempo señaló su “preocupación que dichas metas podrían no ser cumplibles, simplemente porque algunos objetivos de reducción no serían logrables desde el punto de vista tecnológico", explicaron en un comunicado.

Para la industria láctea, esto "iría en desmedro no sólo del consumo interno de productos lácteos, sino también del tan necesario ingreso de divisas por exportaciones, ya que la entrada en vigencia generaría una desventaja competitiva con respecto a otros países, principalmente los socios del Mercosur”, explicaron.

Cayeron las ventas y el consumo de lácteos en el primer trimestre

Concretamente el CIL indicó que la norma “hará que en Mercosur los productos lácteos argentinos estén en inferioridad de condiciones respecto de los de otros países y que un mismo producto lácteo en Argentina lleve dos sellos y en Brasil ninguno”, afectando a las exportaciones.

En forma complementaria, el CIL indicó que el impacto de la norma, actualmente en tratamiento en la Cámara de Diputados, será muy alto por cuanto:

  • Los yogures tendrán al menos dos sellos de advertencia, por exceso de Azúcares y/o Exceso de Grasas Saturadas, quedando en igualdad de condiciones que otros alimentos de menor calidad nutricional.

  • Aproximadamente el 70% de los quesos llevará sellos por exceso de sodio y exceso de grasas saturadas, siendo estos alimentos fundamentales para el aporte de altos contenidos de proteínas de muy alto valor biológico, calcio grasas “buenas”, ya que es sabido que las grasas saturadas de origen lácteo no causan daños a la salud como otras grasas saturadas.

  • En el caso de los yogures, aún haciendo reducciones de azúcares agregados se seguiría manteniendo el sello, careciendo de sentido cualquier esfuerzo que se intente para la reducción de azúcares. El contenido de azúcar agregado debería ser tan bajo que afectaría la palatabilidad y aceptación por parte del consumidor. Incluso podría llevar al consumidor a agregarle azúcar al momento de su consumo.

  • El proyecto prevé un máximo de 1 mg de sodio/kcal, esto es aproximadamente 350 mg de sodio/100 g en un queso Danbo o Cremoso.

  • En la mayoría de los quesos no es factible desde el punto de vista tecnológico hacer reducciones que lleven el contenido a menos de 600 mg de sodio/100 g queso. Si bien existen algunos tipos de quesos que pueden tener 450-500 mg sodio/100g, son tecnologías especiales que no están al alcance de toda la industria y son tipos de quesos que no tienen un alto consumo en nuestro país. La sal no es un ingrediente que se agrega a los quesos para darles sabor solamente, por el contrario, ejerce acciones tecnológicas específicas por lo que valores muy bajos de sodio afectarían la calidad del queso, la conservación y la aceptación del consumidor.

 

Puntos fundamentales del proyecto de etiquetado frontal 

 

  • Propone la incorporación en el frente de los productos ultraprocesados de una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías
  • Determina que los productos que contengan entre sus ingredientes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.
  • Prohíbe la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes de productos con más de dos sellos de advertencia.
  • Los productos que tengan más de un sello de advertencia no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención de niños, niñas y adolescentes.
  • Determina que, ante iguales condiciones, el Estado deberá priorizar la compra de alimentos sin sellos de advertencia.