El enojo interno del directorio del FMI con el fracaso del acuerdo con la Argentina se tradujo en el reemplazo del italiano Roberto Cardarelli como jefe del ‘staff’ local por el venezolano Luis Cubeddu, otro viejo conocedor de la relación local.
La semana de su designación coincidió con dos definiciones de Alberto Fernández sobre la deuda: que no busca una quita y que no quiere los US$ 11 mil millones que falta que el FMI aporte, para no seguir sumando al número de deuda. El dato fue tomado como una forma de marcar la cancha, un argumento “a la Néstor Kirchner”, como aseguraron algunos banqueros tras conocerse la declaración.
Es director asistente del departamento de Investigación del FMI y preside la relación con el G20 y análisis sobre derrames. Antes era el jefe de la división de Macroeconomía de Economía Abierta del FMI, donde analizó el sector externo, de acuerdo con la información oficial del organismo. El nuevo negociador aporta conocimiento de la Argentina, según aseguran quienes trabajaron con él. Pero también Cardarelli era un experto a los ojos del Fondo.
En uno de los análisis más recientes publicados en el blog de la entidad que ahora dirige Kristalina Georgieva, se refiere al relajamiento de los programas monetarios y marca que puede ser una forma de generar más competitividad con el tipo de cambio más débil.
Antes de entrar al FMI, Cubeddu fue profesor de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona y tiene un máster de la Universidad de Pennsylvania
Con la mirada puesta en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Cubeddu y sus colaboradores argumentan que para reducir los desbalances comerciales los países deben realizar cambios macroeconómicos estructurales en lugar de adoptar medidas “ineficientes y contraproducentes como aranceles”.
Antes de entrar al FMI, Cubeddu fue profesor de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona y tiene un máster de la Universidad de Pennsylvania.
Cubeddu fue el negociador con base en Buenos Aires después del default y hasta 2004. En los archivos, las fotos lo muestran ya en ese entonces sentado a la mesa de los salones del Palacio de Hacienda con el equipo de Guillermo Nielsen. Hoy vive en Washington pero está casado con una argentina, Mariana, con quien tiene tres hijos.
Además de discutir los planes de pago, en esa época compró algunos cuadros, como uno a cargo del artista local Pablo Temes con el título Riesgo país.
Detalles. En 2012, en tanto, Cubeddu analizaba el impacto del ciclo de commodities en la región y advertía que las autoridades monetarias debían prestar atención al impacto de los precios en la inflación local, indicando además que muchas veces ese impacto puede llegar con retraso. En una referencia que podría coincidir con una lectura para la Argentina, el equipo indicaba que los países con alto nivel de pass through deberían estar alerta por la posibilidad de contagio a los precios internos.
Otro de sus últimos análisis parece otorgar una advertencia que llega tarde: “Para evitar dificultades financieras en América Latina, las autoridades deberán tomar medidas para resolver los problemas incipientes previos al desarrollo de una crisis”, escribió en 2013, mucho antes de que el FMI aceptara otorgar el mayor préstamo de su historia a la administración de Mauricio Macri.
“Cualquier demora puede abrir el camino para que se repitan problemas como los que se vieron en el pasado. Por lo tanto, es necesario trabajar sobre las áreas descritas para evitar que se materialicen posibles riesgos financieros”, remarca en “¿Debemos preocuparnos por la fortaleza de los sistemas financieros en América Latina?”, escrito con Camilo Tovar.