La devaluación de más del 100% acumulada en lo que va del año no sólo provocó el parate casi total del mercado inmobiliario, sino que también sumó un trámite más a la hora de escriturar una propiedad para aquellos que, pese a todo, concretaron la compra de un inmueble, por más pequeño que sea. Se trata de la justificación de fondos que se debe presentar ante la Unidad de Información Financiera (UIF) para demostrar el origen lícito del dinero con el que se adquiere una propiedad.
Ese trámite deben hacerlo todos aquellos que realicen una operación de compra de una propiedad por más de 3.000.000 de pesos. "Cuando las transacciones superasen la suma de tres millones de pesos se requerirá documentación respaldatoria del origen lícito de los fondos", establece el texto de la nueva medida, que también incluye la presentación de una "copia autenticada de escritura por la cual se justifiquen los fondos con los que se realiza la compra; certificación extendida por Contador Público matriculado, debidamente intervenida por el Consejo Profesional, que indique el origen de los fondos, y señale en forma precisa la documentación que ha tenido a la vista para efectuar la misma; documentación bancaria de donde surja la existencia de los fondos", entre otros.
"Cuando las transacciones superasen la suma de tres millones de pesos se requerirá documentación respaldatoria del origen lícito de los fondos", establece el texto de la nueva medida.
La última actualización de montos que hizo la UIF fue a través de la Resolución 104 del 30 de agosto de 2016, cuando la cotización promedio del dólar, según datos del Banco Central, fue de 15,09 pesos: es decir, que la justificación de fondos debía realizarse para operaciones de alrededor de 198 mil dólares. Sin embargo, a más de dos años de esa actualización de montos, la devaluación hizo que más personas quedaran incluidas en ese trámite, informó NA. Con la actual cotización del billete norteamericano rondando los 40 pesos, todos aquellos que compren un inmueble por 75.000 dólares o más deberán demostrar el origen lícito de los fondos: de acuerdo a los precios del mercado inmobiliario, incluso los compradores de un monoambiente tendrán que cumplimentar con el trámite de la UIF.