Los empresarios chinos que llegaron el viernes a la Argentina junto con el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, se reunieron con sus pares argentinos ayer, con el fin de entablar diálogos sobre nuevos negocios entre las dos naciones y sacarse dudas sobre las restricciones cambiarias, después de que la presidenta Cristina Kirchner anunciara que llegarán unos US$ 500 millones como un primer desembolso para las represas Kirchner-Cepernic en Santa Cruz y otros US$ 2.400 millones para el Belgrano Cargas.
Durante el encuentro que tuvo lugar en el marco del Foro Empresarial Argentino-Chino 2014 en el Hotel Intercontinental, los directivos de ese país se mostraron confiados en un escenario económico de largo plazo favorable para Argentina y la región, pero no dejaron de preguntar en los pasillos cuál es el horizonte de las restricciones para girar eventuales dividendos de sus inversiones. Las respuestas de los empresarios locales fueron variadas; si bien algunos pusieron como plazo el fin del mandato del Gobierno, otros ataron la suerte del cepo al regreso a los mercados de deuda internacional.
Al respecto, Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara Argentino China, destacó que “los chinos piensan el largo plazo y les interesa el país, no la situación coyuntural. Por ahora no es algo que les impida pensar en inversiones en la Argentina”, y destacó el anuncio de un total de 25 convenios sumados a inversiones y cartas de intención que comprenden principalmente la compra de soja, carne congelada, concentrados de cobre, glicerina, mariscos y lana, y una central eléctrica en conjunto con Centrales de la Costa Atlántica SA.
Los presidentes del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (Ccpit), Jiang Zengwei y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, remarcaron las posibilidades de un comercio en conjunto donde se respeten los intereses de ambos países, mientras que Leandro Boto, director ejecutivo de la Fundación ExportAr, recordó los atractivos argentinos para la inversión –altas tasas de rentabilidad y tenencia de recursos como energía y alimentos–, y advirtió sobre la necesidad de diversificar los productos que comercializa el país y aumentar la participación de las pymes.
En diálogo con PERFIL, empresarios locales del sector de biocombustibles, explotación de litio y hasta de compañías de seguros se mostraron interesados en asociarse a los chinos. La urgencia, en la mayoría de los casos, es la necesidad de financiamiento, para la que habrá que tener una “paciencia china”, ironizaron.
“Buscamos un socio local”
En la comitiva que llegó al país figuró Sinowind, una compañía de Shanghai de tecnología aplicada a las energías limpias, liderada por Tian Linzhi.
—¿Cuál es el objetivo de su visita?
—Planeamos inversiones en desarrollo de energía eólica, proyecto Angelito en Chubut, y también en un parque en Puerto Madryn por un total de US$ 840 millones.
—¿Cómo es su esquema de negocios?
—Buscamos un socio local que permita tener ganancias compartidas, con una administración que sea china con la maquinaria que ya contamos y donde se generen empleos.
—¿Qué perspectivas tienen sobre la economía local?
—Están en una situación financiera injusta, y las perspectivas de largo plazo son buenas. Sumaremos inversiones.