Con una suba del 47,5% estimada para el año del índice de precios –según los economistas que consulta el Banco Central–, además, la pobreza va en aumento.
El IPC comenzó a de-sacelerarse, pero ese dato no entrará en los próximos datos. Esta semana saldrá lo que mide la Universidad Católica Argentina (UCA) y se prevé que volverá a estar en torno al 33%. El titular del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia, había señalado que la devaluación le iba a sumar al menos cuatro puntos a la última medición, que estaba en 28,7% para el tercer trimestre de 2017.
Los reclamos de las organizaciones sociales son diarios, pero en el Gobierno indicaron que no habría bonos para la Asignación Universal por Hijo, por ejemplo, más allá de los $ 1.500 ya acordados. De todas formas, también tiene todavía reservado el margen de 0,2% de déficit fiscal acordado con el FMI como salvaguardia si empeora la situación social.
Según los registros de la UCA, las mayores mediciones –entre el 32 y 33%– se dieron después de las devaluaciones del 2014 y 2016, con lo que el 2018 se sumaría a la “racha” de los años pares. “Se aproximaría a los peores momentos de los últimos diez años”, advertía Salvia en un almuerzo frente a los socios del Rotary Club en agosto.
Desigualdad. La inflación impacta en la medición por ingresos, en base a una canasta alimentaria básica y otra total, que marcan los límites de la indigencia y pobreza en la Argentina.
Un reciente estudio de la Cepal, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, agrega otras lecturas sobre la pobreza en la región. “Mantener altos niveles de desigualdad implica resignarse a mayores tasas de pobreza”, sostiene.
La Argentina mantuvo mejoras en los indicadores de distribución y pobreza junto a otros países de la región, como Brasil de la mano de políticas de acceso a la salud y la educación, que considera esenciales para mejorar la distribución y la productividad.
“La disminución de la maternidad adolescente también generaría efectos positivos en términos de productividad. Los embarazos adolescentes siguen siendo clave de la transmisión intergeneracional de la pobreza debido a las marcadas consecuencias negativas de la maternidad durante la adolescencia, que también perpetúa las desigualdades sociales”, agrega el análisis.
La Cepal marca que la tendencia a la reducción de la pobreza y de la pobreza extrema en la región antes de la crisis internacional se estanca entre 2012 y 2014, y luego se revierte.
Consumo. Las publicidades para el fin de semana prometen 40% de descuento, 80% en la segunda unidad, pagos en 12 cuotas. Y esos son solo los supermercados. El Gobierno patrocina hasta el domingo la “semana de la moda”, con descuentos de hasta el 35% y tres cuotas sin interés para sumar ventas por $ 2.500 millones.
Pero el 2018 llega a diciembre sin una perspectiva clara de repunte del consumo. “Está jugado hace rato. No esperamos un boom. Mucho del aguinaldo se va a ir a pagar deudas”, se resigna un representante del sector supermercadista. Los ingresos están, bono de fin de año y todo, 11 puntos por abajo de la inflación en la mayoría de los casos, en los sectores con paritarias y registrados.
Por los hogares bancarizados, “el stock de tarjetas de crédito sigue picando en punta. El uso del plástico se ha mantenido en línea con la inflación reflejado en el costo de los bienes y servicios, copiando el comportamiento de los precios”, señala un análisis a cargo de Guillermo Barbero, de First Capital Group.