El director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), Marco Lavagna, aseguró este miércoles que “no veo un proceso donde la inflación esté descontrolada”, pese a que la cifra de 3,8% de octubre en un escenario de tensión cambiaria encendió la alarma entre los analistas que advierten sobre los riesgos de una aceleración de precios en la recta final del año y principios de 2021 en un escenario de mayor flexibilidad de la cuarentena.
“No soy de los que me desespero con la inflación de 3,8% de un mes, lo que hay que mirar es la tendencia”, afirmó el funcionario al ser consultado por PERFIL sobre si le preocupa la dinámica que muestran los precios.
Acerca los riesgos de aceleración inflacionaria que alertan algunos analistas para el último bimestre del año, que vaticinan cifras de entre 3,5%y 4% , Lavagna alegó que “sobre los resultados sobre lo que va a pasar en noviembre y diciembre no puedo hablar porque parte de las funciones nuestra no es hacer proyecciones sino ir viendo los datos reales”.
Lavagna señaló que “claramente la inflación del primer semestre fue más baja de lo que estamos viendo hasta ahora de lo que va del segundo semestre, y tiene lógica porque tenías el inicio de los acuerdos de Precios Máximos” mientras que en la segunda mitad del año se empezaron “a relajar algunos precios como combustibles, se aprobaron aumentos de algunos Precios Máximos, prepagas, que fueron impactando en lo que es la inflación”.
No obstante, Lavagna planteó: “¿Si me preocupa que la inflación esté descontrolada o no?. Yo no veo un proceso de que la inflación este descontralada. Sí, un proceso de muchos años de una inflación muy elevada”.
De todos modos, resaltó que “lo que estamos teniendo este año es que va a ser un año donde por lo menos se rompa la tendencia al crecimiento” de la inflación observado los dos años previos.
Recordó que la inflación en 2018 dio 47,6%, y en 2019 fue de 53,8%, y reafirmó -sin dar cifras- que “este año va a terminar por abajo”, aunque sostuvo que “la clave es ver lo que pasa con la tendencia para 2021”.
“Más allá de un dato puntual, lo que suelo mirar en una economía con inflación tan elevada como tiene Argentina hace ocho años, lo que miro es la tendencia, ver si viene para abajo o para arriba, porque la inflación no te va a desaparecer de un año para otro, va llevar varios años en combatirla entonces lo que hay que lograr que todos los años de un poquito por abajo”, argumentó.
En ese sentido, Lavagna reconoció que “la pregunta del millón es si en 2021 el gobierno va a poder lograr mantener la tendencia a la baja que se vio este año; cuando uno mira el último dato de 3,8% más allá de ser alto, no es que lo miro aisladamente, así como no miraba aisladamente el 1,5% (de inflación de abril y mayo)”.
Sin dar un diagnóstico, insistió en que “cuando se vaya volviendo a la normalidad, eliminando los precios regulados, cambiando Precios Máximos, la pregunta es si se logra mantener o no esa tendencia a la baja” de la inflación.
Perspectivas. El dato de inflación minorista de 3,8% octubre encendió la alarma, luego la marcada suba de 4,7% en los precios mayoristas reforzó las perspectivas de un dinámica de aceleración inflacionaria para los próximos meses.
En materia inflacionaria, la consultora LCG proyectó que “hacia adelante podría impactar el desarme progresivo de algunos programas como Precios Máximos, y la autorización de aumentos a las prepagas durante diciembre”, a lo que se suma “la intención de comenzar a descongelar tarifas, considerando que el Presupuesto para 2021 asume subsidios que se mantienen como porcentaje del producto, y eso implicaría un incremento de tarifas al mismo ritmo que el PBI nominal”.
Para el director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, “hacia adelante la clave para que la inflación vuelva a desacelerarse pasa por estabilizar el frente cambiario: las escasas reservas netas y la elevada brecha muestran que la probabilidad de un salto cambiario no es despreciable".
Además, algunos analistas plantean que en este mes de diciembre habría un nuevo incremento en la emisión monetaria para hacer frente al fuerte aumento del gasto público en este fin de año, lo que llevaría a un impacto inflacionario más elevado en el transcurso del verano.