Osvaldo Siseles, ex secretario de Legal y Técnica del Ministerio de Economía, y abogado especializado en derecho administrativo, fue unos de los artífices del canje de 2005, donde nació la cláusula que impide hacer mejores ofertas a quienes no negociaron (regla RUFO).
—A diez años vista, ¿la cláusula RUFO estuvo bien aplicada?
—La cláusula funcionó. Convencimos a los acreedores de que no iba a haber una mejor propuesta. De hecho, entró más del 90% de los acreedores. La RUFO es una cláusula común en las renegociaciones que pide el acreedor. Se buscó un equilibrio e igualar condiciones. Es lo que se tenía que hacer por lógica pura. No podés abrir la ventana a mejor condiciones.
—¿No cree que es un obstáculo para cerrar con los holdouts?
—No. Pagarle a los buitres no es un cambio voluntario de la propuesta del canje. Se les puede pagar ahora algo en efectivo y el resto a veinte años en bonos. Estamos obligados por una sentencia que fue avalada hasta por la Corte Suprema de Estados Unidos. No es un pago voluntario. Está claro que Argentina la luchó hasta el final en la Justicia.
—Entonces cree que hay que cumplir la sentencia.
—Sí. Es un pago forzado por una sentencia firme de la Justicia que tiene jurisdicción sobre los bonos. Hay que dejar aclarado que se cumple la sentencia de la Corte Suprema. Por eso no van a venir más juicios.
—¿Sirve hacer un reclamo internacional?
—Creo que ir a La Haya no sirve. No creo que sea conveniente cuestionar la organización judicial de Estados Unidos.