Lo llaman “el asesino de los costos” y es una leyenda para el mundo de los negocios internacionales. Carlos Ghosn es brasileño y es el CEO global de la Alianza entre Renault y Nissan, las automotrices que en los últimos tiempos se convirtieron en portadoras de buenas noticias para los gobiernos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
Ayer, el empresaio –uno de los ejecutivos mejor pagos del mundo– se entrevistó con el presidente de la Nación para poner en marcha un plan de inversiones de US$ 800 millones hasta 2018, que se focalizará en su planta de Santa Isabel, en Córdoba.
Unos US$ 600 millones se volcarán –como se anunció en abril de 2015– para producir las pick-up Nissan Frontier, la Renault Alaskan y un modelo para Daimler. Otros US$ 100 millones irán a producir, como se había anticipado en marzo de 2015, el Renault Sandero, Sandero Stepway y Logan. En tanto que la novedad fue que se invertirán otros US$ 100 millones en “un nuevo modelo global” del que todavía no hay detalles.
“¿Cuándo se decidió esta nueva inversión, durante este nuevo gobierno?”, le preguntaron a Ghosn en rueda de prensa. “No, la decisión tiene su tiempo, pero las políticas de este gobierno refuerzan nuestra decisión”, explicó el empresario, que va rumbo a Río de Janeiro dado que Nissan es uno de los mayores sponsors de la competencia.
El plan de inversión generará unos 3 mil empleos. Ghosn dialogó con algunos medios, entre ellos, PERFIL. “En la Argentina hay un nuevo gobierno tomando decisiones y que ha removido muchas de las incertidumbres”, elogió a Cambiemos. “El mercado automotor de la Argentina va a crecer este año posiblemente un 5%, y no creemos que se interrumpa”, añadió. “Estamos invirtiendo en un mercado por debajo de su potencial”, explicó. “La Argentina no es un mercado de 600 mil autos, más temprano que tarde tiene que llegar a su pontencial de un millón”, aventuró.
—A usted le dicen “el asesino de los costos”...
—Sí.
—¿Cómo está la Argentina en materia de costos?
—Primero, el tipo de cambio se movió y eso cambia la competitividad. Pero hay que decir que los costos dependen del nivel de autopartes locales y de la escala. En la Argentina, el nivel de autopartes locales es menor que en China o India, donde es 91%. Faltan proveedores y por eso es importante la ley de incentivos a las autopartes locales, que nos pide llegar al 51%.
—¿Cómo ve a la Argentina?
—Está por el buen camino. Hay desafíos, la inflación y los déficits, pero se ha recuperado confianza.