La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó este martes 3 de diciembre los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) 2018. Si se consideran todas las ediciones de PISA desde 2006, se destaca que la Argentina se mantiene estable en Matemática (381 a 379 puntos), mejora en Ciencias (391 a 404 puntos) y en Lectura (374 a 402). Desde la primera vez que la Argentina participó, en el año 2000, el país tuvo su puntaje más alto en lectura (418 puntos) que luego cayó y ahora repunta.
En la última edición donde se midió el país, en 2012, los resultados habían sido el puesto 58 en lectura, 57 en matemática y 65 en ciencias. El año 2018, con 14 países más incorporados al ranking, la Argentina tiene el puesto 63 en lectura, el 71 en matemática y el mismo (65) en ciencias. La prueba se realiza cada tres años y participaron alumnos de 15 años de 79 países y ciudades —en el país se midieron también en forma independiente Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires— de 458 escuelas.
En cada edición de PISA se hace foco en una de las áreas que se considera de dominio principal. En esta edición fue la lectura, donde el país obtuvo un puntaje promedio de 402 puntos: el 47,9% de los estudiantes tienen segundo nivel evaluado o más, que significa que tienen los conocimientos para la comprensión básica de las situaciones y un primer nivel de avance en las resoluciones de las situaciones que se les plantean.
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En matemática, en cambio, esa cifra es de sólo el 31% de los alumnos. El 69% de los estudiantes restante se encuentra en el Nivel 1 o por debajo de éste, lo que implica que sólo han podido resolver satisfactoriamente los problemas que requieren procedimientos rutinarios, siguiendo indicaciones simples y utilizando la información presente; y son muy pocos los que están en niveles avanzados.
El promedio de Argentina en Ciencias mejoró en 14 puntos entre 2006 y 2012, y se mantuvo relativamente estable en 2018.
Mejor conocimiento de temas globales. La prueba mide también con preguntas complementarias el dominio de ciertos temas de importancia global, como pobreza, interdependencia económica, migración, desigualdad, riesgos ambientales, conflictos, diferencias culturales y estereotipos. De acuerdo a los resultados que arroja la evaluación el 90% de los estudiantes menciona tener conocimiento acerca de estos temas y, entre un 40% y 60%, además de conocerlo, podría explicar a lo que se refiere.
El promedio de Argentina en Ciencias mejoró en 14 puntos entre 2006 y 2012, y se mantuvo relativamente estable en 2018.
La dimensión de igualdad de género es la que mayor conocimiento y dominio adquiere entre los estudiantes: un 76% dice conocer el tema y poder explicarlo. Del mismo modo, y con un porcentaje similar, 72%, los estudiantes manifiestan conocer y poder explicar las causas de la pobreza.
Por otra parte, los estudiantes argentinos aceptan a los migrantes: seis de cada diez opinan que los inmigrantes y sus hijos deben tener los mismos derechos que las personas nativas, las mismas oportunidades en las elecciones habiendo residido varios años en el país, y la posibilidad de continuar con las costumbres que tenían en sus países de origen.
La implementación de las pruebas en Argentina estuvo a cargo de la Secretaría de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, que trabajó en conjunto con las Unidades de Evaluación Jurisdiccionales. PISA se aplica en nuestro país desde el año 2000 con diferentes grados de participación. En 2018, la Argentina vuelve a participar de la comparación internacional de resultados, de la que fue excluida en 2015 debido a que la OCDE detectó un error en el marco de la muestra, lo que había invalidado los resultados generados.
CFE/FF