Nuevo embajador. En una extensa hilera sobre la avenida Figueroa Alcorta y Ortiz de Ocampo esperaron los invitados al festejo por el 190º aniversario de la declaratoria de Independencia de Uruguay. Y sobre todo para apoyar la bienvenida del nuevo embajador de ese país, Héctor Lescano. Los candidatos presidenciales no estuvieron, pero hubo enviados de cada uno de ellos así como colegas diplomáticos y personajes de la cultura que colmaron todos los salones del primer piso e incluso el patio interno. Como en las últimas reuniones de este tipo, los comentarios sobre Tucumán fueron inevitables así como cuánto podía influir esto en contra del oficialismo en octubre próximo. Como en todo programa de tevé o radial, hubo respuestas que complacieron a todo tipo de oídos. En un sector del salón, un periodista uruguayo que vive a dos orillas abrió para otros un frente menos coyuntural describiendo el perfil deportivo del embajador anfitrión: no sólo porque es hincha del Liverpool –equipo que descendió en Uruguay–, sino porque hay un tema del que es difícil hacerlo hablar y se relaciona con el Fifagate. Según el periodista, Lescano debe ser uno de los políticos uruguayos que más deben haberse alegrado por las acciones que tomó la Justicia norteamericana contra dirigentes y empresarios involucrados en esa megacausa internacional.
70 años y una certeza. En ágape exclusivo para periodistas con motivo del festejo de los 70 años del diario Clarín, con la inusual presencia de Héctor Magnetto, corrieron ríos de anécdotas y saludos. Y también algunas intrigas.
Acaso la principal la lanzó un integrante de peso del Grupo, muy combatido por el kirchnerismo, al comentar que el inusitado prime time de los domingos por la noche en la TV abierta se “desinflará” en 2016 al preveer que no estarán al aire el programa de Jorge Lanata ni los partidos de Boca y River en horarios trasnochados.
Ante la llegada de un nuevo gobierno, sumado a sus problemas de salud, Clarín arma ya un escenario post Lanata. En el diario ya no escribe, en la tele evalúan opciones y en Radio Mitre piensan mover a Alfredo Leuco –uno de los tantos presentes en el brindis aniversario– a la mañana.
Tarde pero presente. Ya estaba por iniciar Adelmo Gabbi el acto por el 161º aniversario de la Bolsa, pero en la puerta, solo, un hombre esperaba que lo dejaran entrar. “Abran”, pedía con cierta desesperación la seguridad de Presidencia. Carlos Zannini, que había llegado caminando en soledad desde La Rosada, apenas conversaba con el único funcionario del Pro que participó del evento, el vicepresidente del Banco Ciudad, Juan Curutchet, quien le preguntó: “Cristina y vos se enojan el 20% de las veces que creemos, ¿no?”. “Sí, claro”, respondió el vice de Scioli. También intercambiaron algunas chanzas sobre la reacción de Cristina y Macri cuando sus funcionarios llegan tarde a una reunión.
Cafe y sintonia fina. Mientras esperaban que llegara Axel Kicillof al Council of Americas, en el bar del hotel Alvear compartían mesa el titular de la UIA, Héctor Méndez, el secretario todoterreno José de Mendiguren y Wado de Pedro. Tema: sintonía fina para los festejos del Día de la Industria que harán la entidad fabril y el Gobierno.
Agasajo. La noche previa al Council of Americas, cuarenta empresarios argentinos agasajaron al embajador norteamericano Noah Mamet con una cena privada en el Hotel Alvear.
Fama repentina. Hasta que Alfonso Díez Torres la mencionó, ella era una invitada más –o la joven de fucsia– entre diplomáticos y empresarios presentes, no la actual ministra de Economía de Daniel Scioli. Pero al terminar su recitado de un poema de Federico García Lorca que hacía referencia a Buenos Aires en la reunión de despedida del país, Díez Torres –jefe de la delegación de la Unión Europea– le agradeció la presencia a Silvina Batakis. Acto seguido, ella fue el centro de atracción y una suerte de besamano se armó a su alrededor; incluso unos griegos intentaron coordinar con ella un almuerzo.
Burbujas premium. Aunque no se hizo en la mesa para doce que la bodega tiene en la cava de la mansión de estilo francés de Barrio Parque para evitar resfríos posteriores de los invitados, la cena para lanzar Dom Pérignon Vintage 2005 dejó algo más que un decálogo de virtudes de esa bebida burbujeante que se produce en Epernay, frases que con términos coloridos buscan explicar procesos químicos de su elaboración o las sensaciones que su ingesta produce. Mientras los comensales degustaban delicatessen de pulpo, vieiras, centolla, pato y hasta ostras con gotas de oro puro, por boca del anfitrión se supo que a pesar del orgullo que los franceses sienten por haber creado el champagne, esta firma en particular debe mucho de su fama como artículo premium a personajes no galos, a saber: Marilyn Monroe sólo tomaba Dom Pérignon, también Andy Warhol, Karl Lagerfeld, Ian Fleming, Lady Di y Winston Churchill, quien siempre viajaba con botellas de esta marca, vino y whisky.