Uno de los más cotizados espacios de la ciudad de Buenos Aires se suma a las cosas que el gobierno de Javier Milei tiene en algunas planillas de Excel, bajo un título que conjugue tres conceptos: desprenderse, deshacerse, destruir.
Cómo conseguir 800 millones de dólares rematando edificios públicos.
En este caso se trata del edificio del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), ubicado en Cerviño y Ortiz de Ocampo, y cuyo último extitular, el ingeniero agrónomo Juan Cruz Molina Hafford renunció en octubre último, en medio de presiones de Luis Caputo y del Gobierno para que aplique un mayor ajuste de la plantilla laboral de la institución.
“Tuve alguna diferencia entre los pedidos del Ministerio (de Economía) y mi propuesta de gestión”, dijo entonces el exfuncionario, según consignó el periodista Matías Longoni en su sitio especializado en agro, Bichos de campo.
Este lunes 23 de diciembre, ese predio ubicado a metros de Avenida del Libertador y a unos trescientos metros de Avenida Figueroa Alcorta, se subasta y se descuenta que su próximo destino será un emprendimiento inmobiliario premium. De los tres empresarios en pugna por ese terreno, dos ya se cruzaron en otro interesante remate.
Reestructuración o desguace, el plan de Javier Milei para el INTA.
Por un lado está Eduardo Elsztain, un personaje que es mucho más que el dueño del hotel donde Javier Milei vivió durante la campaña presidencial, y que antes de eso, era de los empresarios entusiasmados con el proyecto Horacio Rodríguez Larreta presidente, hasta que dejó de estarlo. Fue en esa etapa mencionada en la que Elsztain compitió y finalmente se quedó con el predio del Registro Civil de Coronel Díaz y Beruti (frente a Alto Palermo) que Rodríguez Larreta como jefe de gobierno porteño, había puesto a remate.
Quien en esa subasta le disputó ese espacio palermitano fue el arquitecto Juan Martín Santagada, titular de Line, la compañía que está en la etapa final de Line Ocampo, un lujoso emprendimiento inmobiliario en Barrio Parque.
El tercer oferente en cuestión es Eduardo Costantini quien, si bien su nombre es sinónimo de Nordelta, a trescientos metros del INTA construyó su famosa torre Grand Bourg.
El INTA pertenece al Estado Nacional y aunque las sospechas sobre las preferencias que podría tener Javier Milei, siendo ésta una subasta, será la cifra ofertada la que defina en manos de quién recaerá el cotizado predio.
CP
