Entrevista al presidente de la Cámara de Comercio Italiana en la Argentina y de la Eurocámara, Giorgio Alliata di Montereale, tras un foro de negocios organizado en Roma por la poderosa central de los industriales de la península (Confindustria) en ocasión de la reciente visita a Italia del presidente Javier Milei. El encuentro tuvo lugar en la sede central de Confindustria y contó con la presencia de la canciller Diana Mondino y del vicepremier y canciller italiano, Antonio Tajani, además de empresarios de ambos países y de diferentes áreas de la economía argentina. Bajo la lupa de la reunión estuvieron los proyectos y las potencialidades del país en diferentes sectores, desde la energía y la industria manufacturera y automotriz hasta la agroindustria, las tecnologías y los servicios innovadores.
—¿La visita de hace unos días a Roma del presidente Javier Milei marca una fase de relanzamiento en las relaciones bilaterales entre los dos países?
—Francamente hay muchas expectativas. Quizás aún es un poquito temprano para ver si ese relanzamiento se va a ir consolidando, pero sin duda alguna hay toda la buena voluntad por parte de los distintos protagonistas, tanto políticos como empresarios, como demuestra la destacada delegación de empresarios que acompañó al presidente Javier Milei en su viaje a Italia. En otras palabras, los buenos auspicios están, hay que ver si se convierten en algo concreto.
—¿Cuáles son los pasos que considera claves en esta dirección?
—Hay por ejemplo expectativas respecto a las reformas impulsadas por el Presidente, hecho que para el sector privado significaría eliminar varias asimetrías y permitiría estimular importantes inversiones. Sin duda alguna, este es un momento muy interesante.
—¿Cuáles podrían ser las áreas de la economía argentina protagonistas de ese proceso?
—Entre los sectores prioritarios, que han sido identificados también por la Cancillería argentina, se destacan la energía y el automotor, además de la agroindustria y la industria del conocimiento. El sector de la energía puede atraer inversiones de gran magnitud y con su cadena de valor puede convertirse, en el corto plazo, en el vector de transformación del país.
—¿Cómo sería ese proceso?
—Cuando se habla de la integración en el frente energético entre los dos países hay que tener en cuenta que Italia tiene tecnologías de punta en muchos sectores. A corto plazo puede por lo tanto impulsar una integración concreta y realista entre los dos países: por un lado, con la incorporación de maquinarias, tecnología y know-how italiano, y por el otro con la integración tecnoproductiva entre pymes y grandes empresas en la cadena de valor energética argentina. El desarrollo del sector necesita no solo la parte de la extracción sino también la de otras áreas, como por ejemplo transmisión, almacenaje, licuación de gas, etc.
—¿El de la energía es un sector cada día más clave en el mundo?
—Hay en efecto un tema de seguridad y aprovisionamiento, cuestiones que fueron examinadas días atrás en Roma y abordadas durante la reunión en la que participaron los cancilleres Mondino y Tajani. En esta fase geopolítica de reasignación de la cadena de suministros la relación entre la Argentina e Italia es muy prometedora: Argentina cuenta con numerosos recursos estratégicos, a partir de la energía, la minería y la agroindustria, que a su vez Europa necesita. Tras la difícil situación generada a partir de la invasión a Ucrania, la región quiere garantizarse el aprovisionamiento en esas áreas.
—¿Hay iniciativas concretas en agenda?
—Como Cámara de Comercio Italiana estamos organizando un fórum empresarial en Roma para junio centrado en las oportunidades que ofrece la Argentina en el sector de la energía y materiales para la transición. Estamos organizado dicho evento juntamente con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, la Embajada en Buenos Aires, el gobierno argentino y las principales asociaciones empresariales italianas. Queremos llegar a resultados concretos apuntando también, por otra parte, a una misión empresarial que visite el país en octubre, en coincidencia con la muestra Argentina Oil&Gas de Neuquén.
—¿Qué está cambiando con el nuevo gobierno?
—En la industria energética argentina serán fundamentales los cambios propuestos por el presidente Milei, cambios que apuntan a remover una serie de barreras y normas para que el sector energético nacional pueda ir desarrollándose y equiparándose, en la medida de lo posible, con los precios internacionales. Hay que ver cuáles de las numerosas propuestas impulsadas por Milei serán finalmente aprobadas. Contamos con que, de aquí a junio, el panorama pueda aclararse surgiendo un marco regulatorio atractivo para las inversiones y al mismo tiempo una cierta estabilización de los indicadores macroeconómicos.
—¿Hay entonces un tema fundamental relativo a las normas?
—Exacto, es evidente que el problema de la Argentina hoy día no es que no se conozcan las potencialidades o las oportunidades del sector, sino precisamente que faltan reglas claras y estables a mediano y largo plazo para impulsar así una competitividad sistémica.
Una nueva etapa tras un largo recorrido
Presente en el país desde hace 140 años, la Cámara de Comercio Italiana en la Argentina (CCI) trabaja para impulsar y potenciar las relaciones económicas y empresariales entre Italia y Argentina. La CCI forma parte del Sistema Italia, presente en el país, coordinado por la Embajada de Italia. El organismo integra el network mundial de 84 cámaras italianas en 61 países y es fundadora de la Eurocámara. También forma parte de múltiples redes empresariales y sectoriales nacionales e internacionales por medio de alianzas con instituciones públicas y privadas enfocadas en la promoción económica, la innovación y la internacionalización. La Cámara asiste a empresas e instituciones de ambos países en áreas como el desarrollo de tecnologías y buenas prácticas, así como la innovación tecnoproductiva.
Proyectos “4i”. A partir del paradigma llamado de las “4i” –internacionalización, integración, innovación e inversión–, la Cámara está promoviendo proyectos que aprovechen el reacomodamiento de las cadenas de provisión internacional, fortaleciendo de esta manera la vinculación entre empresas pymes y grandes de las principales cadenas de valor, en sectores como el de la energía y el de la transición energética, de la economía del conocimiento y de los agronegocios. Solo a través de la vinculación entre “grandes” y pymes, entre sistemas productivos territoriales de los dos países y la innovación abierta y compartida, se podrá dar vida a cadenas de valor internacionales sólidas y sustentables.
A lo largo y lo ancho del país, la CCI impulsa un intenso trabajo en las cadenas de valor energético (Neuquén), materiales para la transición (Salta y San Juan), forestal-industrial y agroganadero (Chaco, Corrientes y Misiones), económica del conocimiento, metalmecánica, “smart industry” (AMBA y Neuquén). Todos los sectores están atravesados por la integración de negocios entre pymes, la puesta en valor relación grandes empresas-pymes proveedoras, el trabajo empresarial colaborativo y la búsqueda de una mayor y mejor competitividad a través de la innovación y la transferencia tecnoproductiva. La internacionalización requiere hoy día de competencias específicas, conocimientos técnicos y contactos de calidad.
