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De lo congnitivo a lo psicológico

Los niños con dificultades del lenguaje en época de pandemia

La dificultad para comunicarse, entender y hablar, afecta a un 7% de la población infantil. Una condición que de por sí tiende a generar aislamiento, pero que se ve complicada en el contexto de la crisis.

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Aislamiento. La condición de los niños con dificultades del lenguaje se complejiza en la situación actual. | shutterstock

En la etapa de la infancia, es frecuente encontrar niños con alteraciones en el lenguaje; algunos muestran dificultades para expresarse, otros para entender y hablar. Se calcula que aproximadamente el 7% de la población infantil presenta un trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL).

Esta dificultad interfiere no solo en la capacidad comunicativa de los niños, sino que puede tener incidencia sobre la conducta, la socialización y el aprendizaje, ya que el lenguaje es una función nuclear que permite la autorregulación de la conducta, el despliegue de las relaciones sociales y el acceso al conocimiento.

Aprendizaje. Un estudio publicado en el Journal of Child Neurology presentó una muestra de 114 niños con TDL y se analizó la prevalencia de trastornos de conducta. Los resultados reflejaron que más de la mitad exhibieron dificultades conductuales; además, el aislamiento fue la conducta más frecuente, se presentó en el 65% de los niños de ese grupo.

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En relación con aspectos ligados a la socialización, otros autores mencionan que la prevalencia de déficits en el lenguaje en niños con conductas antisociales es diez veces mayor que en la población típica.

Elvira Mendoza Lara menciona por su parte que los niños con TDL presentan de manera muy frecuente problemas de aprendizaje. Suelen tener dificultades en la lectoescritura, que se manifiestan como problemas en la conciencia fonológica (fallas para asociar los sonidos con las letras que los representan), problemas en la comprensión lectora y en la escritura al dictado.

Las dificultades de aprendizaje suelen alcanzar no solo a la lectoescritura, sino que pueden afectar al aprendizaje matemático. Para aprender el nombre de los números, necesitamos del lenguaje; para operar mentalmente con ellos, también; y, fundamentalmente, requerimos del lenguaje para la resolución de problemas, ya que el paso previo a la selección de las operaciones es comprender el enunciado.

Hace pocos días, el doctor Gerardo Aguado, de la Universidad de Navarra, mencionaba en un webinar que la persistencia de dificultades en la comprensión lingüística a lo largo de los años impacta en el desarrollo cognitivo general. El lenguaje es la función que permite el crecimiento del pensamiento. La capacidad de razonamiento y abstracción están directamente ligadas con él.

Pandemia. La situación actual de pandemia es difícil para cualquier niño, y más aún para quienes no cuentan con buenas habilidades comunicativas. Existen distintos factores a considerar:

◆ El cambio abrupto en las rutinas y hábitos es un factor desestabilizante para quienes presentan problemas comprensivos.

◆ La imposibilidad de compartir contextos de intercambio social; la escuela, la plaza o las salidas habituales suelen ser espacios de intercambio social útiles para estimular el lenguaje.

*El exceso en el uso de las pantallas está desaconsejado para la población infantil, pero, hoy por hoy, parece prácticamente imposible evitarlo, considerando que llevamos casi 4 meses de aislamiento y la oferta de actividades para llevar adelante en el hogar tiene límites bien claros. Según la Organización Mundial de la Salud, está prohibido el uso de pantallas en menores de 5 años y se recomienda un uso moderado en niños mayores, ya que limitan el interés por otras actividades y su uso excesivo altera los procesos de comunicación y socialización.

◆ La dificultad para acceder a las terapias de manera presencial. Usualmente, los niños con TDL asisten a terapia una vez por semana, o más. Hoy, algunos de ellos continúan los tratamientos por videollamada, pero ciertamente esto no reemplaza en igual medida a la atención presencial.

En relación con este tema, es posible observar distintos escenarios. Por un lado, si la intervención se realiza de manera directa sobre el niño, su efectividad o no suele vincularse con la edad, el nivel de cooperación y la severidad del cuadro lingüístico. Si el niño está en la etapa escolar y presenta buen desempeño conductual, es posible llevar adelante gran parte de las actividades que comúnmente se realizarían en consultorio.

En niños más pequeños, con ausencia del lenguaje o escaso desarrollo de este y con dificultades en la conducta, es más complejo trabajar de modo directo. Es justamente en esos casos en donde la participación de los padres resulta crucial, y las recomendaciones y lineamientos que pueda brindar el fonoaudiólogo se transforman en la clave para mejorar la comunicación en el hogar. En este sentido, la situación de la pandemia parece dejar un saldo positivo porque muchos padres están involucrándose y aprendiendo estrategias comunicativas y de manejo conductual de modo muy efectivo. Otro factor a considerar para aquellos niños con TDL que se encuentran escolarizados en primaria o secundaria es que el acceso a los contenidos y su adaptación; no sigue el mismo formato, ritmo ni periodicidad que el que solían recibir en situaciones escolares habituales. En los años posteriores, será preciso tomar en consideración la situación actual para reformular los objetivos y las adaptaciones que hagan falta para compensar la pérdida que esos niños están atravesando hoy.

¿Qué hacer? ¿Qué recomendaciones pueden ser útiles para este momento especial?

En primer lugar, sostener las rutinas habituales del hogar y agregar aquellas que suponen la realización de las actividades escolares y de las terapias por teleasistencia, respetando un orden de horarios y de descanso. También, es importante establecer momentos de juego y esparcimiento, aunque sea dentro del hogar.

Para los niños con problemas comprensivos, utilizar anticipadores visuales, como dibujos y agendas visuales que expliquen cómo serán las actividades ese día. Con los nenes más chiquitos, tomar un momento en el día para leer cuentos, ya que estos parecen ser un medio de estimulación muy útil para la adquisición de vocabulario nuevo.

Finalmente, es preciso recordar las cuatro premisas básicas para facilitar la comunicación en niños pequeños: es necesario hablarles lentamente; usar frases cortas; señalar lo que se nombra y resaltar las palabras más relevantes de la frase.

Estos pequeños consejos pueden ayudar a hacer más llevadera esta situación tan especial que estamos atravesando.

*Directora de la Diplomatura en Trastornos del Lenguaje Infantil desde una perspectiva neurolingüística, Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.