Victoria Donda Pérez es abogada y diputada nacional por Libres del Sur. Es autora de un proyecto para reformar la Ley de Drogas, que propone sacar del Código Penal la tenencia para consumo personal. En diálogo con PERFIL, sostuvo que la actual política de drogas encarcela a los consumidores y deja libres a los narcotraficantes.
—¿Por qué cree que hay que despenalizar el consumo personal?
—El artículo 19 de la Constitución dice que las acciones privadas de las personas no deben ser juzgadas y constituyen derechos individuales. Si el consumidor tiene un problema de consumo de alguna sustancia no es un delincuente, es alguien que necesita un tratamiento desde la óptica de la salud. Es incorrecto aplicarle a una persona el Código Penal por ser un consumidor.
—¿Cuáles son los puntos que más cuestiona de la normativa actual?
—La ley vigente penaliza al último eslabón de la cadena, al más débil. A los consumidores los agarran y les abren causas por tenencia, y no ponen el acento en la persecución al narcotraficante, que es el que constituye una red delictiva. Tenemos que educar, prevenir, asistir en caso de que sea necesario, y combatir al narcotráfico. Para ellos sí todo el peso de la ley y la cárcel.
—¿Cuáles son los principales puntos que habría que modificar en la legislación?
—Lo que proponemos es la despenalización de la tenencia para consumo personal y la despenalización de la tenencia de semillas para el cultivo, porque en el caso de la marihuana, hay muchos usuarios que deciden autocultivar para consumo personal, lo que le evita a la persona entrar en el circuito del narcotráfico.
—¿Qué porcentaje de los detenidos por temas relacionados con drogas son por tenencia personal y qué porcentaje por venta?
—Del total de los detenidos por infracción a la Ley de Drogas, casi el 90% es por tenencia para consumo personal y el resto por narcotráfico. Esto desnuda que las políticas de drogas de los últimos veinte años fracasaron rotundamente. Mientras se encierra a los consumidores y se les arruina la vida, los narcos siguen libres y ganando cada vez más territorio.
—¿Está de acuerdo con el modelo de legalización impulsado por José Mujica en Uruguay?
—Es un buen comienzo. Lo ideal es que el Estado produzca y regule la venta porque eso genera calidad, permite realizar campañas de prevención, de educación, y en caso de ser necesario asistir a la persona con políticas integrales y planificadas. Por otro lado, evita que el usuario entre en relación con el circuito criminal o delictivo. Me parece un buen comienzo, hay que verlo caminar.