Según las últimas estadísticas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), elaborado a partir de encuestas realizadas a los miembros de dicha institución con presencia en 91 países, durante 2018 en la Argentina se realizaron 608.960 procedimientos -quirúrgicos y no quirúrgicos-, lo que coloca al país en el séptimo lugar del ranking mundial si se toma en cuenta el número de procedimientos respecto de la población total. Los mismos datos revelan, además, que el nuestro es uno de los países con mayor número de cirujanos plásticos: con 1.375 especialistas, se ubica en el puesto 12.
El aumento de mamas con implantes ha subido hasta el primer lugar entre las operaciones más frecuentes. "Se trata del área con mayor crecimiento en el mundo y los pacientes reconocen los múltiples beneficios. Estamos viendo cifras récord de nuevo este año, lo que demuestra que los pacientes están aprovechando las últimas innovaciones en cirugía estética para verse y sentirse mejor", señaló Dirk Richter, presidente de ISAPS.
En ese sentido, Hernán Aguilar, médico de planta del servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano de Buenos Aires, reveló: “Durante la cuarentena, han ocurrido varios fenómenos sociales masivos nunca antes documentados, a nivel personal la gente se ha reencontrado con su cuerpo y sus contactos más cercanos. Esto ha llevado a planteos profundos de estilos de vida e imagen y en general con ganas de volver a la vida normal renovados.”.
Ante el coronavirus, el Hospital Italiano, al tener protocolizado un sistema de bioseguridad que se logró implementar rápidamente, las cirugías estéticas comenzaron a realizarse en junio, mientras que las cirugías reconstructivas prácticamente no tuvieron interrupción. Por otra parte, Aguilar afirmó que se incrementó la demanda de consultas virtuales y presenciales, así como de las cirugías estéticas y de las cirugías plásticas reconstructivas. “En parte se debe a qué la gente tiene más tiempo para estar en sus casas y a que quienes pensaban viajar este año y no pudieron hacerlo, decidieron invertir esos ahorros en darse este gusto personal”, explicó.
Asimismo, indicó que, si bien realiza cirugías estéticas que involucran todas las partes del cuerpo, la más solicitada son las cirugías de mamás, ya sea para incremento, levantamiento o reducción. Los valores, en general, rondan los $ 150.000 sin contar las prótesis, que suman US$ 1.200 más, en promedio. Para calcular los valores se tienen en cuenta distintas variables: el lugar donde se va a realizar la cirugía, quiénes son el cirujano plástico y su equipo, y las medidas de bioseguridad ofrecidas como estándares de calidad de la prestación. “Por eso se puede encontrar mucha disparidad en los precios”, aclaró Aguilar.
VARONES. Diego Nicolás Mecca, especialista en cirugía plástica y reconstructiva, trabaja en Clínica del Golf y en el Instituto Médico Quirúrgico (IMQ). Admitió que también hubo un aumento significativo en la demanda de cirugías estéticas por parte de varones, que aunque se venía dando desde antes de la pandemia, en estos últimos meses se elevó aún más. “Hay más consultas del género masculino, sobre todo en lipoescultura para modelar el abdomen, es decir, realizar una marcación anatómica también llamada LipoHD o de alta definición.”, expresó. El valor de esta cirugía es de US$ 1.350, pero muchas veces el paciente realiza varios tratamientos a la vez y se hacen bonificaciones.
El especialista contó que durante los meses con mayores restricciones, los pacientes no dejaron de consultar por vía online. Luego, tras las habilitaciones específicas de agosto, la demanda de tratamientos de todo tipo se elevó considerablemente. “Si la paciente decide realizarse algún procedimiento quirúrgico, se piden todos los estudios previos y se incluye el hisopado nasofaríngeo y la detección de anticuerpos IgG/IgM de Covid-19, y en los cuidados post quirúrgicos, se atienden todas las medidas de bioseguridad”, dijo.
Mecca también coincidió en que las cirugías estéticas con mayor demanda fueron los aumentos mamarios, seguidos de cirugías abdominales post embarazo y las llamadas dermolipectomías, para la baja masiva de las grasas que definen el sobrepeso. Entre las cirugías faciales más requeridas, enumeró las rinoplastias (estéticas de nariz), las blefaroplastias (párpados) y los liftings cervicofaciales (cara, cuello y frente). “El mundo de la cirugía plástica y reconstructiva es infinito, lo importante es realizarlo con profesionales acreditados y evitar el intrusismo de otras especialidades”, indicó.
TRATAMIENTOS MINI INVASIVOS. Aneley Fernanda Porto, cirujana plástica y reparadora, trabaja en una clínica privada en la ciudad de Santa Fe y declaró que se incrementaron las consultas para “tratamientos mini-invasivos”, es decir, que no necesitan cirugía, “como el plasma rico en plaquetas, la toxina botulínica y los rellenos con ácido hialurónico. “En general, estos procedimientos de rejuvenecimientos faciales son indicados a personas jóvenes desde los 28 años hasta persona mayores. La indicación del método depende del tipo de piel y de la edad”, explicó.
La toxina botulínica suele recomendarse para arrugas dinámicas, las que se generan por las gesticulaciones y se marcan en la frente, el entrecejo y las llamadas patas de gallo. Los rellenos con ácido hialurónico se usan más para definir el contorno mandibular y los pómulos, también para disminuir ojeras. Por último, para hidratación, tratamiento antiage y estimulación de la formación del colágeno, se aplica el plasma rico en plaquetas, que surgen de una mínima extracción de sangre, que se centrifuga y se divide en partes. Se puede utilizar en cara, cuello escote y manos, y debe realizarse con la estricta participación de profesionales de hemoterapia.
“Antes atendía pocos varones y hoy son casi el 30 ó el 40% de las consultas. Todos buscan verse mejor y más naturales, ese es el perfil que yo tengo también, me buscan acá en las ciudades mas pequeñas. Al principio de la pandemia solamente se operaban pacientes oncológicos o de urgencia, en este momento estamos operando con normalidad, pero con estrictos protocolos”, concluyó Porto.
*Integrantes del Equipo de Investigación de Perfil Educación.
