Luego de que el embajador argentino en Haití, Pedro Von Eyken, fuera acusado de reivindicar al ejército nazi tras una publicación en Twitter, se desató una fuerte polémica a nivel nacional e internacional sobre los argentinos que elogian al Tercer Reich. Según informaron desde Cancillería al Equipo de Investigación de Perfil Educación, el representante argentino en Puerto Príncipe fue apartado de sus funciones y se le inició un sumario interno.
Pero Von Eyken es un diplomático de carrera y se necesita un proceso burocrático intenso para cesantear a un egresado del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN). "Como hijo de oficial alemán de la II Guerra Mundial, saludo al Ejército en su día", había tuiteado Von Eyken el 29 de mayo pasado, sin reparar en que su mensaje para celebrar el Día del Ejército Argentino terminó elogiando al ejército de la Alemania Nazi.
Por lo que el diplomático recibió duras críticas por parte de sus colegas en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de referentes de la comunidad judía en el país. Jorge Knoblovits, presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), aseguró que es “insostenible que un embajador realice comparaciones entre el régimen nazi y quien encabezó un ejército libertario”.
Sin embargo, algunas defensas a Von Eyken abrieron otro debate: la gran cantidad de personas que reivindican al nazismo en Argentina. El Congreso Judío Latinoamericano estudia la actividad en redes sociales haciendo foco sobre los comentarios en español. Según sus estadísticas, solamente en Twitter, los comentarios negativos crecieron por segundo año consecutivo. El año pasado se registró un 10,17% de publicaciones antisemitas a nivel global. “Lo que pasa en las redes es un reflejo de nuestra sociedad. Los últimos atentados terroristas nos muestran que lo que pasa online repercute en nuestra vida offline”, afirmó Ariel Seidler, director del Observatorio Web, un programa conjunto del Congreso Judio Latinoamericano, AMIA y DAIA. “Nuestro temor es que ocurran en Argentina casos de lobos solitarios, como ya pasó en Uruguay. Lo que vemos no es contenido suelto, está dirigido por organizaciones que buscan provocar reacciones violentas”, señaló.
Plataformas como Facebook o Twitter eliminan automáticamente las publicaciones que incitan al odio, pero en todo el mundo hay un fenómeno de perfiles “trampa” para evadir las políticas antidiscriminatorias de esas redes. Si bien algunos usuarios como “Elma Tajaudios” se dedican a promover mensajes racistas, también hay numerosos perfiles que combinan nombres y simbología nazi: “Adolfo HitEler”, “Adolf 88 (el número 8 es por el orden de la letra H en el alfabeto)”, “Rodolfo Hess”, “Adolfo SS”, etc. De acuerdo con los datos globales proporcionados por Facebook para esta investigación, solamente en el primer trimestre de 2019 se eliminaron cuatro millones de publicaciones con mensajes de odio.
Sin embargo, otros reivindican al nazismo sin ocultarse en el anonimato. Carlos Cabrera, activo usuario de Twitter, el 7 de mayo pasado recordó desde Mendoza con tristeza el día en que Alemania firmó su capitulación y pidió honrar a los soldados alemanes.
El caso de Cabrera despertó la atención de organizaciones como el Centro Simon Wiesenthal, porque representa un ejemplo de la renvindicación nazi en Argentina, donde la mayoría de estos perfiles que se encuentra en las redes sociales y podrían esconder historias de ex oficiales nazis que se fugaron al país tras la Segunda Guerra Mundial.
Los especialistas en alertar perfiles en redes sociales argentinas que elogian al nazismo señalan que también son seguidores de conjuntos de Black Metal que revindican a bandas musicales como Southern Elite Circle, la polaca Graveland y Der Sturmer. Esta última, que hace unos años visitó Buenos Aires de la mano de Dark Hidden Productions, y está conformada por militantes del partido xenófobo Amanecer Dorado de Grecia.
Taringa es otra plataforma que entre sus usuarios tenía numerosos perfiles destinados a reivindicar al nazismo en este país. Según los datos facilitados al Equipo de Investigación, solamente en el último mes, se eliminaron 66 mil comentarios que reivindicaban a Hitler y promovían el odio. Desde hace un tiempo, el sitio implementó cambios que le permiten asignarle un "puntaje de toxicidad" a las publicaciones que hacen sus usuarios. Esto provocó que muchos usuarios emigraran a Voxed, otra red que permite el anonimato.
Mi lucha. En Argentina, el libro escrito por Adolf Hitler se encuentra en un limbo judicial entre dos derechos básicos: la libertad de prensa y la ley antidiscriminatoria. Tomar acciones sobre este tema, depende de los funcionarios de turno y de la interpretación que los jueces hagan de las leyes.
Según pudo comprobar el Equipo de Investigacón, el único caso en el que se sacó de circulación una edición de Mi Lucha fue hace dos años, en una acción judicial impulsada por el Centro Simon Wiesenthal y la fiscalía antidiscriminación de la Ciudad de Buenos Aires. En ese momento la justicia porteña incautó, sólo en Capital Federal, entre 300 y 400 libros que resaltaban sus párrafos referidos a los judíos, es decir, tenían una clara intención de discriminación.
Según explicó Gustavo Galante, quien está a cargo de la fiscalía antidiscriminación no se puede impedir que alguien se exprese, ya que no hay censura previa, pero luego sí se puede responsabilizar a los responsables de la edición y la distribución. “En ese caso particular existe un dolo del autor del hecho de efectuar propaganda nazi, ya que es una edición clandestina sin referencias de editorial o impresión. Hasta podemos decir que existe una organización delictiva que tiene como finalidad la divulgación de ideas nazis de manera ilegal violando el art.3 de la ley 23592”, agregó Galante. Hasta ahora, la Justicia porteña no pudo dar con los responsables de dicha publicación.
Historia. El nazismo en Argentina tiene una larga historia. Numerosas investigaciones mostraron la masiva llegada al país de simpatizantes nazis antes y después de la Segunda Guerra Mundial. En abril de 1938 se realizó en el Luna Park la reunión nazi más grande fuera de Alemania. El interior del estadio estaba adornado con banderas alemanas y argentinas que tenían la cruz esvástica. Con cánticos resaltando la figura del Führer, los simpatizantes escucharon al principal orador del evento, Erich Otto Meynen, entonces encargado de negocios de Alemania.
Como en el resto del país, en esa época el antisemitismo era fuerte en la Cancillería argentina. Los diplomáticos estuvieron divididos durante mucho tiempo luego de que en 1938, el entonces canciller, José María Cantilo, emitió la Circular número 11: una orden secreta que prohibía la llegada de judíos al país.
“La Cancillería tuvo un relativismo light”, explicó el periodista Uki Goñi, quien en su libro La auténtica Odessa, difundió este material por primera vez. “La Circular 11 generó una división entre diplomáticos honestos que cumplían la orden negando visas a judíos, condenándolos a la muerte en Europa, y diplomáticos corruptos que los salvaban otorgando visas a cambio de un soborno”, agregó.
Han pasado muchos años desde entonces, pero como lo demuestra esta investigación, todavía existen argentinos que se identifican con el peor pasado de la humanidad. Son los argentinos que elogian al nazismo.
* Equipo de Investigación de Perfil Educación
El Equipo de Investigación de Perfil Educación es dirigido por Rodrigo Lloret y lo integran los mejores periodistas egresados del Posgrado en Periodismo de Investigación de Editorial Perfil.