Hoy, a más de 70 años de la muerte de Adolf Hitler, el manifiesto ideológico que le sirvió al fundador del nazismo para consolidar su carrera política, encabeza la lista de los libros de no ficción más vendidos de Alemania.
A un año de su vuelta a las librerías, según informaron desde el Instituto de Historia Contemporánea de Munich (IfZ), encargado de lanzar su re-edición en enero del 2016 luego de que las autoridades de Baviera liberaran los derechos de autor, la nueva versión de "Mein Kampf" vendió alrededor de 85.000 copias y debido a su abundante demanda ahora comenzará a reimprimirse por sexta vez.
Desde el 30 de abril de 1945 (con la caída del Tercer Reich), las autoridades bávaras, vetaron su impresión por respeto a las víctimas del gobierno de Hitler y por miedo a que se convirtiera nuevamente en objeto de culto para agrupaciones de ultra derecha.
En sintonía con esto, Andreas Wirsching, director del IfZ (que había previsto inicialmente imprimir sólo 4 mil copias pero antes de llegar a las librerías sus editores recibieron unos 15 mil pedidos), sostuvo que "el debate sobre la visión del mundo de Hitler y su acercamiento a la propaganda ofrecen la oportunidad de estudiar las causas y consecuencias de las ideologías totalitarias, en un momento en el que las opiniones políticas autoritarias y consignas de derecha están ganando terreno", según publica el diario The Guardian.
De hecho, desde el Instituto insistieron con que la vuelta del libro al mercado había enriquecido un debate sobre el renovado aumento de puntos de vista de políticos autoritarios en la sociedad occidental contemporánea, en lugar de promover las doctrinas del fundador del Nacionalsocialismo.
El impacto de esta edición crítica se midió gracias a las numerosas presentaciones que desde el IfZ hicieron en diferentes puntos de Alemania y en distintas regiones de Europa.
Clientela. De a cuerdo con los datos recogidos por las librerías regionales de Alemania que venden el libro, sobre los que compraron esta edición crítica de "Mi Lucha", la mayoría eran personas interesados en la política y la historia, así como educadores y no reaccionarios o radicales de derecha.