Un remisero de Venado Tuerto que cantaba mientras volvía a la base tras un recorrido o un recolector de frutas y verduras de Mendoza que soñaba con vivir de la música son dos de los ochenta participantes de la segunda edición de La Voz Argentina. Martina “Tini” Stoessel y Axel componen el 50% de los coaches (“no somos jueces, nosotros guiamos al participante”, aclaran) y cada uno eligió a sus veinte artistas amateurs que forman parte de sus equipos, quienes comenzarán a desandar su camino a la gloria a partir del próximo lunes 1° de octubre en el prime time de Telefe. “Soy muy sensible y lloré muchísimo y lo que voy a seguir llorando”, dice la cantante y actriz de 21 años. “Yo canté en bares, en subtes, y sin lugar a dudas que si hoy no fuera quien soy me anotaría en un programa como La Voz”, agrega Axel.
—¿Qué tiene que tener un artista hoy?
TINI: Hoy cualquier persona puede hacerse ver y antes eso no sucedía.No importa de dónde seas, cómo seas, y el programa es una plataforma que te ayuda muchísimo porque te ve el país, y tenés la posibilidad de hacerte conocer. Pero, obviamente que hacerse artista es de todos los días y de los más, no que de los sí.
AXEL: Por ejemplo, en La Voz anterior no existía el Instagram, pero hay algo que no cambia para que un artista conecte con el público tiene que tener una propuesta original, transmitir emociones, eso no va a cambiar nunca, porque cantar como Arjona, Ricky Martin, Montaner por más que lo hagas bien eso ya existe.
—¿Qué diferencias encuentran con “Talento Fox”?
T: Te mentiríamos si te dijerámos algo porque no vimos el otro reality, no sabemos cómo funciona, y no creo que sea igual. Yo siento que no competimos, el arte y la música siempre son bienvenidos, está bueno que haya espacio para todos.
—Tini, ¿en qué etapa está tu rol de actriz?
T: Hace dos meses terminé de filmar la película My Diary de Jackie Chan, un gran director y actor del cine. Estoy en una agencia de Estados Unidos donde hay castings grabados míos que los directores los pueden ver y cuando vieron uno que hice para otra película, que bailaba, cantaba, actuaba en inglés, me dijeron que me querían. No hice siquiera el casting formal para la película. Pregunté: “¿No será que voy a China y me hacen el casting?”. Y me dijeron: “No, él (Chan) ya se decidió por vos”. Pasé tres semanas en Shanghai y otro mes en Praga. Es la primera película que dirige Chan de drama y estrenará en 2019. El era como un nene chiquito, estaba más feliz que nosotros, lo disfrutaba. Hablé con él y generamos un vínculo muy lindo. Tal vez este verano haga cine en Argentina, pero no está confirmado.
—Axel, ¿cómo es vivir en Córdoba?
A: Hermoso. Vivo en el medio de la montaña, ganás mucho en calidad de vida, desde la salud, la alimentación, la seguridad. Tengo una casa casi totalmente autosustentable y eso también a mí como ecologista me hace sentir orgulloso de generar la menor contaminación posible. Y al ser papá da la posibilidad de que mis hijos se despierten sintiendo el canto de un pájaro y no el ruido de un colectivo.
—¿Qué mirada te da de Buenos Aires?
A: Vengo muy seguido. Cuando llego, en dos o tres días estoy en la aceleración que te propone la Ciudad, entro en esa vorágine lamentablemente, y la verdad que ansío volver rápidamente. Tengo una casa en la zona sur, pero no viviría en la Capital porque me aturde mucho, pero mi hijo que tiene 3 años y va a la escuela Waldorf que queda a 15 minutos en Villa Las Rosas, cuando viene no le gustan los ruidos y lo quiero acostumbrar. Allá tenemos 200 frutales, todo el día hacemos dulces de frambuesa, comemos de nuestra huerta orgánica que es enorme.
—¿Vendés algún producto?
A: Sí. Lo único que hacemos como producción es aceite de oliva orgánico y biodinámico. Tengo 50 hectáreas de olivos que son muy buenos.
—Tini, te reconciliaste con el actor español Pepe Barroso, ¿cómo llevan la relación a distancia?
T: Estuvimos seis meses se-parados… Y es dificilísimo porque hace casi dos años que estamos juntos y vivimos a distancia. Si hay amor, confianza, se puede. Tratamos de vernos cada tres semanas, que no pase más de ese tiempo, y han pasado lapsos de tres meses. Son ganas de estar con esa persona y comprometerte, si no tenés ganas reales no tiene sentido. Estoy supercomprometida, lo quiero, lo respeto.
A: Pará, ¿lo querés o lo amás?
T:Lo amo con todo mi corazón. En poco tiempo nos vemos.
—¿Qué pasó para dar una segunda oportunidad?
T: Toda mi vida estuve de novia. Desde los 15 años hasta ahora, y relaciones largas de tres años, dos años, y entonces quizás necesite ese tiempo para mí. Soy chica, tengo 21 años, y necesitaba ese tiempo. Pepe también tuvo relaciones largas y tal vez lo necesitábamos los dos y la distancia era más difícil. Y dijimos “Bueno, este tiempo lo necesitamos para nosotros mismos” y volvimos y ahora estamos mejor que nunca.
—En la Argentina vivimos tiempos muy difíciles, ¿les inspira este momento para componer y escribir canciones?
A: Sí, por supuesto que sí. Las situaciones límites siempre son inspiradoras, la Argentina está en un péndulo y me dispara muchas cosas. De hecho, en 15 días voy a sacar una canción nueva a dúo con una chica y es una balada como Te voy a amar, pero la letra es todo social y tiene mucho que ver con la actualidad no solo de la Argentina. Siempre vivimos en un país revolucionado, nunca tuvimos un equilibrio, y acá no se trabaja en equipo, se habla de oposición al otro partido, error, y esperan que el otro se equivoque para matarlo, se ha generado violencia, es blanco o negro, y tenemos que entender que todos somos uno y que si el barco se hunde nos hundimos todos.
T: Me falta crecer en la música, pero no descarto que el día de mañana pueda escribir canciones de ese estilo, conectarme desde otro lugar con mi país. Me gusta involucrarme con el cuidado del planeta desde chica, siempre que puedo hacer algo así me encanta.
Como una serie de afuera
—¿Qué tipo de coaches son?
A: Necesito que una persona me llegue, me emocione, que me pase algo en la piel y que me dé una propuesta distinta a lo que uno y el público ya conoce, porque alguien que cante como Diego Torres ya hay. En mí convive el estricto y el amoroso.
T: Busco que el participante me llegue al corazón, por su voz, qué me transmite. A la hora del coacheo busco la técnica, la perfección en la voz, y cómo se paran. Ser coach es muy duro, porque uno se encariña. La carrera se construye con más de los no, que de los sí.
—Conocieron y cantaron ante el papa Francisco, ¿qué mirada tienen de él?
T: Yo me emocioné cuando me enteré que el Papa era argentino y canté ante él en Italia en el Partido por la Paz. Fue una energía enorme la que sentí en ese momento cuando lo conocí, sucedió algo muy lindo, estaba con mi familia, aunque era más chica en ese momento. Ahora que estoy más grande, que escucho más, hay cosas en las que estoy de acuerdo y en muchas otras que no.
A: Me convocó a cantar Celebra la vida en enero en la Jornada Mundial de la Juventud que se hará en Panamá. Y ya canté tres veces para él en Río de Janeiro, en el Vaticano. Tengo diferentes sensaciones, creo que a veces está desbordado, cansado, no te digo autómata, pero en piloto automático, a veces lo veo conectado con un discurso muy claro sobre la naturaleza. Desde que fue elegido Papa me tocó el corazón como a todos, no me olvido más de ese día porque estaba comprando en una ferretería. Y me generó mucha emoción porque soy devoto de San Francisco de Asís desde los cinco años, sé su historia, y él es el primer Papa en elegirlo, por su conexión con los humildes, naturaleza, y con San Lorenzo conecté más con él todavía. Hizo una renovación positiva en la Iglesia, ha puesto en claro algunas cosas que eran necesarias.