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Entrevista

Richard Coleman: “El rock ya no es espacio de protesta y rebelión”

El guitarrista argentino se muestra a favor de las marcas y confiesa que aprovecha los apoyos financieros para realizar un producto artístico.

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COLEMAN. El ex Soda y actual conductor de Nacional Rock 93.7, dice que los jovenes de hoy consumen drogas de diseño. Toca el 11 en Club Ciudad. | t&t group

El guitarrista, compositor y cantante argentino Richard Coleman es uno de los convocados para la edición del Personal Fest que se realizará los días 10 y 11 de noviembre en el Club Ciudad de Buenos Aires. Puntualmente, él se presentará el segundo día, el domingo 11, cuando también suenen Lorde, la cantante neocelandesa y MGMT, grupo de rock de Estados Unidos, al igual que Death Cab for Cutie y Warpaint, ambos orientados dentro del amplio y difuso universo de lo indie.

La ocasión permite conocer más de cerca a este artista que reflexiona sobre el rock y el mercado, el arte y la comercialización.

—¿Qué te implica participar de un evento musical llevado adelante por una marca comercial?

—Personal Fest es uno de los festivales más importantes a nivel internacional que tiene la Argentina. Es un espacio tradicional, en el cual nos presentamos artistas nacionales junto a artistas internacionales, a un nivel multitudinario, así que es un evento muy importante del año. Está buenísimo. [Que haya una marca detrás], eso siempre fue así, desde los 80 que empezaron los festivales. El primer festival se llamaba Rock & Pop Festival. Era de la radio… Son circunstancias. La marca implica que se están desviando ciertos dineros del acumulado, en pro de alguna situación que, por lo menos, culturalmente es beneficiosa, para decirlo de alguna manera. Es una circunstancia. No me voy a poner indie ni nada raro. Está bien que lo auspicie quien tiene plata para auspiciarlo.

—De la casi mítica asociación entre rock y drogas, rock y excesos, ¿qué queda hoy?

—Depende. Yo más que del rock, hablaría de cada rockero, ¿no? Cada uno está en su plan. No sé qué tipo de drogas consumen los más jóvenes, je… Sé que son drogas de diseño y de entretenimiento. Pero, honestamente, no sabría bien qué decirte o contestarte. Lo que sí sé es que el rock está ocupando un lugar a nivel consumo que no era el que ocupaba antes. El rock a nivel masivo forma parte de la cultura de entretenimiento, como esto de las drogas, je. Quizás, ya no es más el espacio de protesta y rebelión que sí significó para mi generación. Todo eso –sexo, droga y rock’n roll–, por ahí ahora es droga, sexo y cumbia… ¡Qué sé yo...!

—¿Cómo te posicionás en la búsqueda de un equilibrio entre tus exploraciones artísticas y las exigencias y/o necesidades comerciales personales y de las empresas discográficas?

—Yo siempre tiro más para el lado artístico; siempre fue así mi posición, por una cuestión de mis propias necesidades. Cada uno de nosotros vamos viviendo con la cintura que tiene, para lograr el delicado balance… Yo, cuando tengo un apoyo financiero, aprovecho. El apoyo en general no es solo financiero: siempre hay una persona con onda, que cree en el arte, que puede dar ese apoyo dentro de las empresas. Entonces, cuando aparece esa persona con onda, ya sea dentro de la discográfica, la productora, o el sponsor, yo trato de hacer lo mejor que puedo con ese apoyo, para dar un producto artístico, desde mi posición. Yo soy un artista del rock.