El Festival Internacional de Animación de Annecy, rodeado por un paisaje, un horizonte de lago y montañas nevadas, uno que la misma Heidi diría que es demasiado “alpes suizos” es la fiesta más humanista de la animación mundial. Cada proyección es el opuesto a la tensión de un función regular en sala: decenas de avioncitos de papel contra la pantalla (los más celebrados) y el grito descontrolado marcando cada animal, sobre todo si es un conejo, que aparece en pantalla. Así, Genndy Tartakovsky, creador de El laboratorio de Dexter o Brad Bird, director de Los increíbles, salen esquivando avioncitos de papel y ambos, con días de diferencia, diciendo: “Estar aquí me demuestra nuestro amor por la animación.” Nombres con décadas en la industria, que han fundado imperios y creado clásicos, que son considerandos invencibles, sonríen como niños. Eso es Annecy. Ese es el festival de animación que finalizó el 17 de junio.
Annecy es una de las celebraciones más importante del medio. Es enorme aunque se desarrolla en una ciudad pequeña, llena de canales venecianos y colectivos con recorridos que duran, como mucho, 25 minutos. Como pocos festivales de animación, y hablamos de festivales contados con los dedos de las manos, y para dar cuenta de su enorme marco vale decir que aquí se presentan desde proyectos, estrenos o trabajos en desarrollo de Netflix (que compró la serie animada chilena Raise the Bar y renovó la brasileña Eart To Luna!), Disney (estrena para Europa Los increíbles 2), Sony Animation (estrena aquí Hotel Transilvania 3) hasta cada uno de los átomos del mundo de la animación (hay 10 mil acreditados entre estudiantes, directores como el mencionado Brad Bird, distribuidores e integrantes del Mifa, el mercado más importante de animación del mundo).
Del 11 al 16 de junio, con más de 3 mil trabajos enviados y más de doscientos cortos y largos seleccionados, el festival más viejo en su estilo es, sin dudas, el epicentro mundial de la animación en este momento. Eso implica un foco en el cine brasileño, que con O Menino e O mundo dejó en claro un bienestar que comparte toda la región latina, y que puede apreciarse en eventos como Animation!, en Ventana Sur (que tuvo un exitoso pitcheo de proyectos de la región). Año a año el festival aumenta sus visitantes y por suerte, haciéndose eco del mundo ha realizado su segunda Reunión Anual de Animadoras. Eso no quita que siga existiendo un dominio masculino a modificar en los largos. Pero en los cortos, que hacen al festival en gran parte, los nombres se dividen casi en un 50% y se cuentan nombres como Nora Twomey (reciente visitante del Bafici), Alison Snowden (Animal Behaviour) o Anca Damian (The Call), entre otras.
Lo cierto es que Annecy permite respirar una felicidad, una calidez, que cuesta hallar en otros eventos de la misma índole, en otros festivales de cine. Incluso con la presencia de pesos pesados, de esos que dominan después la cartelera argentina de a millones de espectadores, como podrían ser Los increíbles 2, o el primer vistazo local a la tercera entrega de Cómo entrenar a tu dragón, o los primeros segundos de Ralph el demoledor 2, La gran película Lego 2 o la nueva entrega de Spider-Man, animada, llamada Spider-Man: Un nuevo universo. Es decir, los grandes estudios no se pierden el evento, todos los que adoran la animación están aquí y aquí sus directores y directoras se pasean a la par de cientos de estudiantes franceses, generando un aire relajado, donde la animación es lo que respira.
Campanella mostró su nuevo proyecto
Animation! presentó en Annecy una de las decenas de paneles que muestran lo que agencias nacionales, distribuidoras privadas y demás hacen por la animación de sus regiones o sus países. El miércoles 13 de junio se presentaron los proyectos seleccionados en Animation!, durante el mercado de Ventana Sur, el encuentro de cine que tiene lugar en diciembre en Buenos Aires. Allí se pudo apreciar la presentación con búsqueda de financiación de proyectos como What Would Jesus do?, una serie irreverente sobre un Jesús que no puede pagar el alquiler y usa su cruz para tapar su hogar lumpen y sus necesidades. También el estudio de Juan José Campanella, Mundo Loco, mostró su nuevo gran proyecto, Escape a la India, un film dirigido por Gastón Gorali (coguionista y productor de Metegol) con la música de Cris Morena y que apunta a ser un gran proyecto de animación 3D. Pueblo chico, o Small Town, implica el retorno de Tournier, la leyenda del stop-motion latino, y que estrenó en su momento Serlkirk. Un proyecto mexicano fue Grimalkin, definida como Duro de matar con gatos, y que apela a un imaginario de 2D aunque usa CGI y cuyo director es Sant Arellano. Otra presentación fue la argentina Confite, de Artan, dirigida por Juaco Garín, que busca contar la historia de un perro y sus avatares, con sensibilidad y talento.
*Desde Annecy.