Nadie podrá negar que 2018 fue un año intenso para Ricardo Darín. A los reclamos públicos de Valeria Bertucelli y Erica Rivas por supuestos destratos durante las temporadas teatrales de Escenas de la vida conyugal, que continúa con giras junto a Andrea Pietra, se sumó su debut como productor cinematográfico con El amor menos pensado, donde compartió cartel con Mercedes Morán y que ya lleva convocados a 650.000 espectadores.
Por si fuera poco, fue invitado por la Academia de Hollywood a incorporarse como miembro, y ahora le suma el estreno de Todos lo saben, el film del dos veces ganador del Oscar Asghar Farhadi -que no habla español, aunque Darín recalca que con una mezcla de inglés, español y persa se entendieron muy bien, apoyados por el entusiasmo por el cine- por el que el argentino regresó a la competencia oficial del Festival de Cannes, y donde trabajó junto a dos amigos con los que nunca había compartido trabajo: Javier Bardem y Penélope Cruz. “Somos amigos entre otras cosas porque en muchos aspectos pensamos parecido o igual; no en todos, y eso a la hora de trabajo es un handicap con el que contás.”
En la charla con PERFIL que se publicará este domingo, el gran actor argentino no esquivó ningún tema. Confesó que su mujer administra lo que él produce y si no fuera por ella hoy estaría poco menos que en la calle. Cuenta lo mucho que le costó adaptarse a trabajar en España. Tampoco faltan los conflictos con Valeria Bertucelli y su visión acerca de los cuadernos de Centeno años después de que él mismo generase sin buscarlo un escándalo por haber preguntado por el origen de la fortuna de los Kirchner.