Se llama glaucoma al grupo de enfermedades del nervio óptico cuyo principal factor de riesgo es el aumento de la presión intraocular por encima de los valores normales, sea este aumento de manera crónica y silenciosa, o aguda y claramente manifiesta. Existen muchos tipos de glaucomas, pero todos tienen esto en común, además del deterioro de las fibras nerviosas que es irreversible y progresivo si no se detecta y es tratado a tiempo.
Al ser en su mayoría los glaucomas enfermedades crónicas, silenciosas y progresivas; en muchos casos, sin un control oftalmológico adecuado, suelen producir daño irreversible y, muchas veces, se detecta demasiado tarde.
“El grupo etario más afectado por estas enfermedades suelen ser personas de edad, mayores de 60 años, quienes muchas veces tienen otras alteraciones visuales como son las cataratas, alteraciones maculares y/o retinales, por ejemplo, y es por ello que no es percibido por quienes lo padecen, por su carácter silencioso e insidioso. No avisa, no duele, no pica, el paciente no ve mal, hasta que es demasiado tarde".
"Es terriblemente triste atender personas a las que nunca se les hizo un simple fondo de ojos, que usan lentes hace 25 años, y a quienes se les detecta un glaucoma de 10 años de evolución”, dice el Dr. Jerónimo Montes (M.N 114.183.), médico oftalmólogo especialista en Glaucoma.
¿Qué incluye un examen oftalmológico completo?
No solo se trata de hacer refracción y confección de lentes, sino también una correcta observación de los ojos en la lámpara de hendidura, la toma de la presión intraocular y la realización de un fondo de ojos para observar el aspecto de los nervios ópticos. Esto es primordial. Es el médico oftalmólogo quien debe realizarlo, y no el paciente quien debe solicitarlo.
Luego de este examen básico, aunque completo, ¿qué estudios complementarios se realizan para confirmar el diagnóstico?
Actualmente existe tecnología como los estudios tomograficos del nervio óptico (OCT, HRT) que permiten diagnósticos más precoces, y facilitan el seguimiento en muchos casos. También hay estudios funcionales como los conocidos Campos Visuales computados en todas sus variantes, y otro conjunto de estudios complementarios esenciales para el correcto tratamiento y seguimiento de los pacientes afectados.
¿Cuáles son esos distintos tipos de glaucomas?
Los hay crónicos simples, silenciosos y muy comunes en abuelos; glaucomas primarios, con alto componente heredofamiliar; y otros secundarios a otras patologías como, por ejemplo, los glaucomas secundarios a traumatismo, a inflamación, a hemorragia, a medicamentos, etc. También existen ojos con ángulos abiertos y ojos con ángulos estrechos.
El ángulo camerular es el sector por donde drena el humor acuoso, líquido que regula el volumen y por ende la presión intraocular. La gran mayoría de los glaucomas suelen ser de ángulo abierto y asintomáticos. Pero en un porcentaje menor, cuando el ángulo es estrecho y ocluible, pueden dar lugar a un cuadro de dolor ocular intenso, ojo rojo, visión borrosa y cefalea intensa, ya que la presión aumenta bruscamente y esto provoca un gran malestar general, que hasta puede confundirse con un cuadro abdominal agudo.
Estos últimos son muy importantes de detectar antes de que sucedan, y realizar profilaxis, ya que una vez que llegara a bloquearse, es decir cerrarse, pueden ocasionar un glaucoma de ángulo cerrado, que suele ser una verdadera urgencia oftalmológica, ya que una persona puede perder su visión de manera aguda y dolorosa en el transcurso de 6hs sin que haya habido previo aviso. En estos casos, el grupo etario suele ser adultos jóvenes de entre 40 y 60 años, presbitas e hipermétropes.
Es en estos casos donde es fundamental realizar una buena prevención para evitar el daño severo del ojo y de la visión. Es algo que puede desencadenarse de la noche a la mañana, como se diría en criollo. En la actualidad, existen tratamientos preventivos muy seguros para evitar esta verdadera tragedia para quien lo padezca.
Por lo tanto, ¿hay glaucomas más agresivos que otros?
Todos los glaucomas tienen diferentes comportamientos y algunos son más agresivos que otros, pero todos tienen en común el aumento agudo o crónico de la presión intraocular y el daño irreversible de las fibras nerviosas del nervio óptico.
El nervio óptico es el ¨cable¨ que une el ojo con la corteza visual del cerebro. La pérdida de estas fibras es irreversible. Existen glaucomas juveniles, y también glaucomas congénitos. Estos últimos se dan cuando el niño nace con alteraciones anatómicas que impiden el correcto drenaje del humor acuoso y, por lo tanto, sufren hipertensión ocular desde ese momento. Es importante que la población tenga conocimiento que, si en su familia hay antecedentes de glaucoma, se debe hacer revisar de manera temprana.
Aún si no supieran de este antecedente familiar, es de buena práctica médica hacer un correcto examen oftalmológico observando la cámara anterior, el ángulo, si este permite una dilatación, realizar un fondo de ojos u oftalmoscopía. La realización de consultas periódicas al oftalmólogo es esencial para detectar de manera precoz la presencia de esta enfermedad, que según la OMS es una de las principales causas de ceguera en el mundo. La detección y el tratamiento precoz son fundamentales.
¿Qué tipo de tratamientos hay disponible?
Existen diversos tratamientos que van desde tratamientos médicos tópicos con gotas hipotensoras oculares para bajar la presión ocular a valores deseados hasta tratamientos con láser aplicable en algunos tipos de glaucomas como el glaucoma agudo o de ángulo cerrado.
También existen diferentes cirugías cuya finalidad es reducir la presión intraocular favoreciendo un drenaje alternativo al original que, por alguna razón, viene fallando. En conclusión, los glaucomas son un grupo de enfermedades donde el trastorno sucede en la parte de adelante del ojo, en su drenaje, pero que repercute en la parte de atrás y más delicada e irremplazable, el nervio óptico.
Los glaucomas pueden provocar ceguera, ¿cuáles son las otras causas principales de ceguera en el mundo?
Según la OMS, las causas varían de un país a otro. Por ejemplo, la proporción de deficiencia visual atribuible a las cataratas es mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos. En los países de ingresos altos, las enfermedades como la retinopatía diabética, el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad, son más frecuentes.
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