“Inquilinos del poder”, así definió el flamante Presidente Luis Lacalle Pou la situación de quienes son electos para cumplir con las funciones de gobierno en una república democrática. La enfatización del carácter de servicio público de los cargos representativos y de la responsabilidad del gobernante frente al pueblo, fueron destacados por quien es el octavo presidente que ocupa la función luego de concluida la dictadura militar.
Entre otras singularidades, Luis Lacalle Pou es el presidente más joven del Uruguay posterior a la dictadura y Beatriz Argimón, la primer mujer electa para ejercer la vicepresidencia. Encabezará un gobierno de una coalición de partidos sin precedente en la historia del país, por la cantidad y diversidad de fuerzas políticas que la conforman.
La imagen que simboliza con mayor síntesis la civilidad que caracteriza al Uruguay, es la del presidente saliente aplaudiendo a su sucesor y a éste dirigiendo los aplausos del público hacia su antecesor. El reiterado y enfático agradecimiento de Lacalle Pou a Taberá Vázquez mostró también que las diferencias de ideas no afectan las valoraciones personales y el respeto que toda persona merece en una democracia.
La imagen que simboliza con mayor síntesis la civilidad que caracteriza al Uruguay, es la del presidente saliente aplaudiendo a su sucesor y a éste dirigiendo los aplausos del público hacia su antecesor.
La frase con que inició el mensaje presidencial tiene un profundo contenido político porque implica la concepción del poder como algo transitorio, alternado y que está al servicio de la comunidad. Una buena metáfora para explicar la diferencia entre una concepción democrática de estado y una autocrática.
Una inesperada controversia ocupó la opinión pública en la semana previa al traspaso de mando. Se había decidido que el himno nacional que debía interpretarse en la ceremonia de la Asamblea Legislativa, fuera cantado en la tonalidad Mi bMayor para facilitar la participación de una soprano y que hubiera una voz de mujer solista que lo interpretara integrada al Coro. El Coro del Sodre manifestó su disconformidad con la ejecución en ese tonalidad porque un decreto del 14 de mayo de 1934 había dispuesto que la tonalidad fuera Si b Mayor, a los efectos que pudiera cantarla toda la población.
Así el Coro Nacional, elenco estable del gobierno de la República, dejó sentada su disconformidad con el cambio y manifestó que su profesión no se circunscribe al mero acto de cantar sino que deben observar todos aquellos aspectos que enmarcan su actividad.
Asumió Lacalle Pou en Uruguay: "Acá no tenemos complejo de tierra arrasada"
En medio de un cambio político que implica la sustitución del Frente Amplio por una nueva coalición y las disputas, recelos y expectativas que esta situación produce, que una cuestión claramente artística haya ocupado la atención de la opinion pública demuestra la madurez de la sociedad uruguaya y su práctica de la democracia, que considera un tema a debatir el tono en que se interpreta el himno en un acto de indudable relevancia en la vida política del país.
El himno se ejecutó cómo se había programado en una ceremonia caracterizada por el respeto por el otro más allá de sus ideas y la convivencia civilizada por los representantes de todos los partidos. Tomó juramento al nuevo presidente, el expresidente José Mujica, en su carácter de senador y presidente de la Asamblea. La numerosa bancada del Frente Amplio participó de la ceremonia que dio comienzo a este nuevo período de la vida del país que sin duda es la democracia más plena de nuestro continente.