IDEAS
Aborto: Sesión Histórica

Llegó la hora de pensar en todas las vidas

Se necesita que los legisladores debatan un plan de salud integral, así se evitarían más de 1852 muertes infantiles

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Recinto del Senado durante la votación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. | NA

En estos días, se afirmó que el aborto es un tema de salud pública. Estamos de acuerdo con que la salud materna debe ser protegida, así como la infantil. Nos impacta la salud de mujeres que sufren los efectos de las inequidades socio-sanitarias, mujeres vulnerables que toman decisiones difíciles y además sufren la condena social. Pero la misma sensibilidad debe ser aplicada a ese ser humano que se desarrolla en el vientre materno y al recién nacido.  

Las últimas estadísticas del Ministerio de Salud dan cuenta de que en 2016 la tasa de mortalidad infantil en Argentina fue de 9,7 por mil nacidos vivos. Evitaríamos 1.852 muertes infantiles por año si nuestro sistema de salud tuviera igual performance que el de Chile y de Uruguay. En 2015, fallecieron 7.445 niños menores de un año, de los que un 66% era potencialmente evitable, mientras que 491 no recibieron atención médica en la última enfermedad.

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Estos datos se correlacionan con la salud materna. El 32% de las embarazadas indigentes no realiza los controles necesarios durante el embarazo. Entre 2002 y 2016, la mortalidad materna descendió solo un 33%, y lo que más se redujo fue la mortalidad por aborto, en tanto las causas vinculadas al control del embarazo y parto no se modificaron, con lo que Argentina incumplió con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos datos son explicados por la pobreza multidimensional, de la que forman parte un sistema de salud ineficaz e injusto y uno educativo degradado. 

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Necesitamos recrear una ética social relacionada con la salud pública. Necesitamos que los pañuelos de todos los colores digan: sí a la educación, sí a un sistema de salud justo, sí a la dignidad del ser humano, sí a la vida. Necesitamos que los legisladores debatan ahora un plan de salud integral que garantice un acceso universal y equitativo a las prestaciones de salud y educación. Que todos los pañuelos exijan a nuestros gobernantes la caridad política que menciona y resalta nuestro Papa Francisco.

(*) Rector de la UCA.