Hoy, “innovar” e “innovación” son palabras que vemos y escuchamos continuamente, ya sea en los gobernantes, en los empresarios, en los emprendedores, en los medios gráficos, televisivos, etc. Da la sensación de que si no sos innovador o no innovás, estás “out”. Y sin llegar a coincidir 100% con dicha afirmación, podría manifestar que no está lejos de la verdad.
Definiciones de innovación hay cientos, algunas muy breves y otras más extensas. En la ISO (Organización Internacional de Normalización) se define innovación como algo nuevo o significativamente mejorado que genera o distribuye valor, el cual puede ser monetario o no. Más brevemente podríamos decir: innovar es transformar ideas en valor. En toda definición de innovación podrás encontrar dos cosas: la idea de novedad y la idea de valor.
¿En qué se puede innovar? Se puede innovar en productos, servicios, procesos o modelos de negocios. Si coincidimos en que la innovación es el resultado de una actividad realizada por el hombre, podemos entonces afirmar que es el resultado de una serie de actividades interrelacionadas y que interactúan entre sí transformando una entrada (la idea) en una salida (la innovación).
Por lo tanto, si es un conjunto de actividades, habrá una mejor forma de hacerlo, esta mejor forma es lo que llamamos las mejores prácticas. Lo que aborda una norma de gestión es un conjunto de mejores prácticas consensuadas a nivel nacional (norma IRAM) o internacional (norma ISO) para gestionar un aspecto particular de las organizaciones. En el caso que nos ocupa, la innovación.
Contemporáneamente a la aparición de estas normas, comenzó a gestarse a nivel internacional el consenso necesario para comenzar a redactar una norma internacional sobre este tema. Es así que se constituyó en la ISO el Comité Técnico 279 para normalizar sobre Gestión de la Innovación: al presente, más de cincuenta países están participando activamente en este comité.
En la Argentina todavía no tenemos empresas que hayan implementado y certificado su sistema de gestión de la innovación. A fines del año pasado, IRAM publicó la IRAM 50501, que es la primera norma argentina para ayudar a las empresas a abordar el tema de la gestión de la innovación a través de un procesos formal basado en buenas prácticas.
La mayoría de las empresas, sobre todo las pymes, carecen de una metodología que les permita innovar en forma eficaz, y hacerlo en forma sostenida en el tiempo. Si innovar es tan importante para el futuro de la organización, no podemos dejar que suceda de forma caótica o desorganizada.
*Director ejecutivo en Quara Consulting.