Una vez más, ganó el ‘no’ al establishment político. Una vez más, las encuestas fallaron en anticipar el resultado. Una vez más, la democracia representativa está en apuros; ganó el candidato que manejó con destreza una campaña antipolítica. Son signos de estos tiempos.
Para algunos es una pesadilla; no pueden creer que sea cierto. Para otros, es la confirmación de todo lo que piensan de Estados Unidos. A unos pocos les es indiferente; los más inocentes dejan abierto un signo de interrogación. Los mercados reaccionaron negativamente. El mundo, en general, no celebra. Una notoria excepción es Putin (recuerda a Mao cuando le dijo a Kissinger -según el relato de éste-, que prefería un triunfo de la derecha norteamericana porque eso era mejor para China).
Ahora llega el momento de aceptar la realidad y empezar a desmenuzar cada señal, cada palabra. Todo lo que dijo Donald Trump durante su campaña, ¿hay que tomarlo como enunciados de un programa de gobierno o fue nada más que eso, recursos de campaña? ¿Sus sesgos populistas son preanuncios de un giro drástico en la política económica o son preocupaciones que, como en tantos otros casos, terminan alimentando discursos y nada más? El martes por la noche, hablando a sus seguidores, Trump se mostró amplio, conciliador, amigable con su rival. El próximo presidente, ¿se parecerá al Trump de la campaña o a este Trump sereno y seguro de sí mismo, capaz de gestos generosos?
Hay republicanos enojados con Trump. Es previsible que muchos de ellos se muestren dispuestos a conciliar con él, pero trabajarán para una renovación de su partido y por el control del Congreso; pero los que no se avengan a eso, ¿harán oposición o masticarán en silencio su derrota?
Y -no menos importante-: ¿Qué impacto tendrá este resultado sobre América Latina? Las primeras reacciones de los mercados presagian tiempos difíciles. En la economía de la producción las cosas no pintan bien. El Trump de la campaña diría “la economía de América Latina no es nuestro problema”; qué dirá el verdadero Trump todavía es incierto.