Vestidos de verde y amarillo y entre fuertes medidas de seguridad, los seguidores del Jair Bolsonaro empezaron a llegar a la Explanada de los Ministerios de Brasilia para asistir a la investidura del próximo presidente de Brasil y en el que la población depositó sus esperanzas de cambio.
Bolsonaro venció el 28 de octubre al candidato de izquierda, Fernando Haddad en las elecciones más imprevisibles de los últimos años en Brasil. Lo hizo tras una campaña atípica en a que pasó una parte significativa recuperándose de la puñalada que sufrió en medio de un acto cuando era cargado en andas por una multitud.
"Es el final de una gran lucha. Necesitamos a un hombre como este en el poder. Contamos con él para liberar a Brasil de los bandidos. Hoy el bandido tiene más libertad para andar armado que el ciudadano de bien que cumple la ley", aseguró a la agencia AFP el empresario Zé Ivan, llegado desde el estado de Pará, en el norte del país para asistir a la asunción del futuro presidente.
No fue el único que se desplazó. Los defensores de Bolsonaro viajaron desde todos los rincones del país, que se calculan en 10 mil, para no perderse el momento histórico que va a suponer su asunción. Algunos portan banderas, camisas con la cara del futuro presidente o incluso se encuentran vestidos de superhéroes. Otros reparten bendiciones o se muestran con consignas a favor del inminente presidente.
Pese a la fina lluvia en la mañana, los ánimos no mermaron y la gente se fue congregando en el recorrido por la Explanada de los Ministerios, entre la Catedral, el Congreso y el Palacio de Planalto, donde deberían desfilar Bolsonaro con su esposa en un Rolls Royce descapotable (como lo quiere la tradición), aunque no se sabe si finalmente lo hará en un auto blindado. Es que la ceremonia se planeó con unas medidas de seguridad sin precedentes para este tipo de acontecimientos, que bloqueó el centro de la capital carioca.
También se informó que había francotiradores posicionados en lugares estratégicos y un dispositivo en caso de ataque químico. La inseguridad es uno de los temas que más preocupan a los brasileños y que ayudan a explicar el auge de Bolsonaro, un diputado que pasó casi desapercibido en casi tres décadas pero cuyo discurso a favor de a la mano dura conquistó el favor de muchos brasileños.
Una vez que jure el cargo y pronuncie su primer discurso ante el Parlamento como nuevo mandatario, Bolsonaro se dirigirá al vecino Palacio de Planalto, sede del Gobierno, donde recibirá la banda presidencial de manos del gobernante saliente, Michel Temer.
Pronunciará entonces un segundo discurso ante las personas que se congreguen frente al palacio presidencial, donde recibirá el saludo de las autoridades extranjeras y encabezará la ceremonia en la que asumirán sus cargos los 22 miembros de su Gabinete.
Los actos concluirán al caer la noche, con una recepción de gala ofrecida en la sede de la Cancillería por el nuevo presidente, cuyo mandato concluirá el 1 de enero de 2023.
B.D.N./ C. P.
