Miles de personas salieron este domingo a la calle en varios puntos del país para celebrar la renuncia de Evo Morales como presidente de Bolivia en el marco de una crisis desatada a raíz de las elecciones celebradas el pasado 20 de octubre. Al ritmo de los caporales, los manifestantes y opositores se reunieron en torno al Obelisco de la ciudad de La Paz en el marco de una marcha a la que se sumó el líder opositor y candidato a las presidenciales, Carlos Mesa, que jugó un papel fundamental durante las protestas.
Según informó el diario local La Razón, los manifestantes colgaron muñecos que representan a Morales, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, la ministra de Sanidad, Gabriela Montaño, y el ministro de la Presidencia del Gobierno boliviano, Juan Ramón Quintana, de una pasarela en la avenida Pérez Velasco.
A las celebraciones se sumaron también cientos de manifestantes en la ciudad de Potosí, donde se congregaron en la plaza 10 de noviembre para expresar su alegría por la salida de Morales. Allí, el íder cívico potosino Marco Pumari insistió en que los habitantes de la zona "no reconocen a Evo Morales como presidente" y exigió a las Fuerzas Armadas que defiendan a los sectores movilizados.
Disturbios e incendios intencionales
En la zona sur de la localidad de La Paz, en Chasquipampa, se vivieron momentos de mucha tensión después de que un grupo de seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS) del mandatario saliente se enfrentaran a las fuerzas de seguridad y provocaran destrozos en la zona.
Entre los disturbios más graves se encuentra el incendio de una quincena de autobuses, según informaciones del sistema de autobuses urbanos que opera en la ciudad, que denunció el ataque contra su servicio: "Han ingresado a nuestros predios y están apedreando los buses", señalaron en su cuenta de Twitter.
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, alertó de que "grupos organizados por diputados y candidatos del MAS por la zona sur y El Alto están asaltando las estaciones de buses de La Paz Bus y las instalaciones del hospital La Portada". Además, Revilla advirtió de que la "turba" ha amenazado "las casas de las autoridades municipales".
Un portavoz de la Policía aseguró a la emisora de radio Erbol que todas las unidades de La Paz están trabajando para controlar la situación "caótica" y destacó que se pidieron refuerzos en otros departamentos. El líder del Comité de Defensa de la Democracia (CONADE) y rector de la Universidad Mayor de San Andrés, Waldo Albarracín --que resultó herido días después del inicio de las protestas-, denunció que su vivienda de Cota Cota, en las afueras de La Paz, fue incendiada.
Enfrentamientos y gases lacrimógenos
Por otra parte, en El Alto las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos en un intento de dispersar a una multitud reunida para mostrar su respaldo al dirigente boliviano, que se convirtió en el primer presidente indígena del país latinoamericano. Según los medios locales, los comerciantes de la zona se armaron con palos para defender sus propiedades en caso de que se produzcan saqueos.
Ante un incremento de la tensión, la Defensoría del Pueblo llamó a la Policía de Bolivia a dar "estricto cumplimiento del artículo 251 del Código Penal resguardando la defensa de la sociedad y la conservación del orden público". "Reiteramos el pedido a la población en general y organizada a no afectar la propiedad pública y privada de los bolivianos", dijeron.
La alcalde, Soledad Chapetón, denunció que diversas "turbas" violentas destrozaron las infraestructuras de la Alcaldía de El Alto, donde existe un gran temor". Chapetón, que pidió ayuda a la Policía, alertó en un comunicado de que la localidad "necesita ayuda urgente".
"Las turbas de la destrucción y la violencia han amenazado con incendiar El Alto. Hay miedo en las calles y los hogares alteños. La noche es larga y necesitamos toda la ayuda posible para evitar una tragedia mayor. Exijo que de inmediato, las autoridades llamadas por ley asuman su responsabilidad institucional y resguarden nuestra ciudad", dice el documento.
"El Alto siempre ha estado ahí para Bolivia. Hoy El Alto llama a Bolivia a estar con la valerosa ciudad de El Alto. Necesitamos su ayuda", agrega. Sus palabras tuvieron lugar después de que los vencidos de la localidad denunciaran la quema de las instalaciones de una fábrica de chocolates de El Ceibo.
Operaciones de las fuerzas armadas
En Cochabamba, donde se encuentra en estos momentos el expresidente Morales, también se registraron enfrentamientos entre seguidores del MAS y manifestantes que mantienen bloqueos en la zona de Tiquipaya. Enfervorizados cocaleros -productores de coca- cerraron esta noche carreteras y cercaron el aeropuerto de Chimoré, un poblado pequeño en Cochabamba vinculado a Morales.
Los cocaleros están dispuestos a proteger a su líder indígena si es que vienen a buscarlo para detenerlo, como se especulaba esta noche cada vez con más insistencia. Tras renunciar y a la expectativa de lo que decidan las Cámaras de Diputados y de Senadores, Morales aseguró que permanecerá en su bastión, protegido por los productores de coca. "Vamos a seguir desde las bases, yo vuelvo a la zona del trópico de Cochabamba, ahora tendré más tiempo para compartir", dijo.
Las Fuerzas Armadas de Bolivia anunciaron la puesta en marcha de operaciones militares para contrarrestar a los grupos violentos afines al MAS, así como a aquellos grupos que "actúen fuera de la ley".
"En cumplimiento al mandato constitucional y las leyes en actual vigencia donde señalan que las únicas instituciones autorizadas para portar armas son las FFAA y la Policía Nacional, el Mando Militar ha ordenado la ejecución de operaciones militares aéreas, terrestres para neutralizar a grupos armados que se encuentran actuando fuera de la ley", informaron en un comunicado.
D.S.