El estado de de Nueva York, donde viven unos 20 millones de personas, concentra ya el cinco por ciento de los casos de coronavirus en el mundo, y la mitad de los de Estados Unidos, y se ha convertido en uno de los epicentros de la pandemia global.
Nueva York tiene ya 16.887 casos confirmados y al menos 150 muertos. De los que dieron positivos a los test, un 13 por ciento fueron hospitalizados. En todo Estados Unidos, los casos son 33.546 y los muertos 419. Washington y California son los otros dos estados más comprometidos.
Según especialistas consultados por el New York Times, el brusco aumento de casos en Nueva York se debe tanto a la rápida expansión del virus como al significativo aumento en el número de test que se aplican.
El gobernador del estado, Andrew Cuomo, pidió al gobierno de Donald Trump que nacionalice la fabricación de los insumos médicos y ordenó a la ciudad prohibir las reuniones públicas, mientras que el alcalde neoyorquino, Bill de Biasio, dijo que los hospitales están desbordados y que en diez días se quedarán sin elementos para atender a los infectados.
Varios hospitales de la ciudad ya han informado de un ingreso masivo de pacientes y advirtieron que comienzan a faltar insumos indispensables, como respiradores y mascarillas.
Cuomo anunció una serie de medidas para enfrentar la esperada oleada de nuevos pacientes, como la construcción de hospitales temporarios en tres suburbios neoyorquinos.
Jerome Adams, "Cirujano general" de Estados Unidos, equivalente al ministro de Salud, advirtió hoy que esta semana se espera una explosión de nuevos casos en todo el país. "Quiero que el país entienda que esta semana va a ser realmente mala", dijo.
Ayer, Trump anunció la movilización de la Guardia Nacional para colaborar en la lucha contra el coronavirus en Nueva York (este), Washington y California. "El Gobierno federal financiará el 100 por cien del despliegue de las unidades de la Guardia Nacional para que cumplan con las misiones aprobadas para detener el virus. Los gobernadores seguirán al mando", afirmó el presidente en una intervención desde la Casa Blanca.
La ciudad de Nueva York, así como Chicago, Los Angeles, Seattle y otras, han aplicado severas medidas de confinamiento, que ya alcanzan a por lo menos uno de cada tres norteamericanos.
SF