A más de dos años después de que se detectó el primer infectado con coronavirus en el mundo, la pandemia afecta en gran medida a todos los países. Ante esto la Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó de qué manera se podrá alcanzar la tan buscada inmunidad de rebaño.
A pesar de que se creía que las vacunas favorecerían a incrementar la inmunidad mundial y frenar la ola de contagios, las variantes que surgieron del virus original de Wuhan también afectan a personas inoculadas, puesto que los inyectables fueron pensados para combatir la primera cepa.
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Por esto mismo, la expectativa está puesta en una nueva forma de abordar el desarrollo de los inmunizantes contra el coronavirus.
La vacuna contra el coronavirus que se encuentra en desarrollo
La mayoría de las vacunas contra el virus autorizadas hasta el momento utilizan diferentes abordajes ya conocidos, tales como: el adenovirus humano, el ARN inteligente y la proteína RBD. Todos estos procesos se realizan sobre el virus original.
Sin embargo, los científicos plantean la posibilidad de que se cree una vacuna “pancoronavirus”, es decir que utilice como base para su desarrollo la similitud estructural existente entre todas las variantes que surgieron y la cepa de Wuhan.
De acuerdo con el debate de la OMS, estas vacunas tienen que tener elementos indispensables que, según los expertos, son “humorales, celulares y en las mucosas”. En consecuencias, esta nueva generación de inmunizantes tendría tres frentes distintos por los cuales atacar al virus y brindar más protección a las personas.
La variante Ómicron y el problema de las vacunas que se aplican actualmente
Los expertos de la OMS consideraron hoy que es imprescindible cambiar la estrategia inmunitaria, puesto que la variante Ómicron combina una virulencia más reducida, mayor transmisibilidad y un escape significativo a las respuestas inmunitarias vigentes.
En ese sentido, los especialistas lograron alcanzar dos conclusiones. En primer lugar, esta cepa ayudaría a aumentar la inmunidad contra el coronavirus en todo el mundo, ya que otorgaría una protección significativa contra el virus. Sin embargo, las personas que contraigan la variante deberán sobrevivir primero a la infección.
En segundo lugar, existe la amenaza de que Ómicron derive en otra futura variante, que puede ser aún más transmisible y, de la cual, se desconocería su nivel de gravedad, algo que podría provocar otro rebrote de casos a nivel mundial.
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Por otro lado, los especialistas de la OMS no descartan la posibilidad de que otro virus de un murciélago vuelva a mutar y afecte a una población en específica, lo que generaría una nueva pandemia.
RdC