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Denuncian graves deficiencias en la seguridad de Hollande

La prensa habla de custodios sin entrenamiento o con problemas de alcoholismo. A uno se le escapó un tiro en la casa de gobierno.

Debate. Custodios sin armas a la vista, pero con paraguas. Una escena que preocupa a analistas.
| AFP

Desde París

La seguridad del presidente francés François Hollande presenta “graves deficiencias”, a tal punto que el 10 de abril a un oficial de la custodia se le escapó un disparo en los baños del Palacio del Elíseo. Esa asombrosa revelación resume los testimonios de tres policías y gendarmes del GSPR (Grupo de Seguridad de la Presidencia de la República), compuesto por más de sesenta efectivos que operan bajo la dirección de la comisaria Sophie Hatt.
“Las condiciones de seguridad no están cubiertas al 100%. No estamos haciendo nuestro trabajo correctamente debido a las incoherencias en los métodos de trabajo y numerosos fallas que se podrían evitar”, dijeron los policías que, por razones evidentes,  conservaron el anonimato.
El mayor déficit es la falta de entrenamiento con armas. Varios miembros de la seguridad “rehúsan entrenarse para no mostrar que son incapaces de acertar en el blanco”.

El famoso accidente del 10 de abril ocurrió por falta de entrenamiento. A un guardaespaldas se le resbaló la pistola Glock de las manos y, al intentar recogerla antes de que llegara al suelo, apretó el gatillo e incrustó una bala 9 milímetros que se incrustó en una pared.
Tampoco se realiza el “desminado” obligatorio del vehículo. Algunos de los conductores del automóvil presidencial no están entrenados para situaciones de emergencia ni para desplazarse a alta velocidad en el tránsito urbano. Uno de los escoltas padece problemas de alcoholismo y otro es un personaje “psicológicamente frágil” que suele abandonar el dispositivo porque no puede manejar su estrés.
Parte de la responsabilidad por la situación incumbe al propio presidente que –con frecuencia– escapa a la custodia o sólo acepta una protección mínima y discreta, sobre todo cuando desea reunirse con la actriz Julie Gayet.   La comisaria Sophie Hatt desmintió esas afirmaciones y Hollande debió ratificarle su confianza. Si bien unas de las críticas parecen razonables, fuentes del gobierno dicen que son un arreglo de cuentas interno.
En el GSPR, particularmente machista, Hatt fue mal recibida desde que asumió sus funciones.

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Protegido ... de la lluvia

Dos expertos de agencias privadas francesas analizaron para PERFIL los eventuales errores profesionales en la forma de operar de la custodia. Como ejemplo mostraron una foto de Hollande durante el célebre desfile de París después de los atentados de enero. El principal custodio del presidente aparece en tercera fila. Lo más inquietante es que esas escenas fueron filmadas por un turista. “Si en lugar de tener una cámara, hubiera empuñado un fusil con mira telescópica…”, comentaron. Otra escena muestra a Hollande saliendo a pie del Palacio del Elíseo con sólo tres personas encargadas de su custodia. Uno de ellos   lleva en su mano izquierda un paraguas. “La escolta no tiene que proteger al presidente de la lluvia, sino de las balas o las bombas”, explicó un experto.