Agencias
Ciudad del Vaticano
“Estamos todos expuestos y todos tenemos miedo, pero el Papa está muy tranquilo”, fue la frase del secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin, tras conocerse la noticia del arresto ayer en Italia de una célula terrorista de Al Qaeda, con sede en la isla italiana de Cerdeña. Esta organización desmantelada de extremistas islámicos había planeado en 2010 un atentado contra el Vaticano, durante la permanencia en Italia de un presunto kamikaze de origen paquistaní.
El mensaje del cardenal se basó en transmitir la tranquilidad con la que se encuentra Francisco y remarcar que “el principal temor es que en los atentados puedan quedar implicadas personas inocentes”. Les quiso bajar el tono a las reacciones al aclarar que no existe “una preocupación exagerada” por parte del Vaticano, que se trataba de una “hipótesis de 2010” y que “hoy día no es relevante”.
De todas maneras, destacó la necesidad de estar atentos y recordó el ataque yihadista contra Charlie Hebdo en enero de este año: “Todos estamos expuestos a esta amenaza, como hemos visto en Francia”.
Atentado de 2010. El fiscal Mauro Mura explicó en rueda de prensa que en las escuchas realizadas al grupo de Al Qaeda “existen conversaciones en las que se ve que estaban proyectando algún atentado”. Entre ellos, “se habla de la posibilidad de la Ciudad del Vaticano. Hablan de lugares llenos de gente y de kamikazes. Son indicios, señales de un posible atentado, pero sin nada organizado”, matizó el fiscal.
Por el momento, hay nueve hombres detenidos. Dos de los arrestados formaban parte de la red que en Pakistán protegía a Osama Bin Laden. Si bien la base de la célula estaba en Cerdeña, la operación de las fuerzas de seguridad italianas se llevó a cabo en siete regiones del país.
Investigación con historia. Estas revelaciones surgieron durante las pesquisas que se iniciaron en 2009 para fortalecer la seguridad en vista de la celebración de la Cumbre del G8 en la localidad sarda de La Maddalena.
La Policía explicó que en marzo de 2010 se registraron las casas donde residían dos paquistaníes, uno de ellos presuntamente el kamikaze que viajó a Italia en 2010. Como resultado de las investigaciones surgieron veinte órdenes de detención, de las cuales sólo se pudo arrestar a estas nueve personas, mientras otros continúan desaparecidos o habrían abandonado el país.
Nexos directos con Osama Bin Laden
La célula terrorista de Al Qaeda que fue desmantelada ayer financiaba con colectas y donaciones cuatro organizaciones del fundamentalismo islámico de Pakistán, según afirmaron investigadores italianos. Actualmente, explicaron los fiscales, su actividad en Italia era obtener dinero para actividades de terrorismo de apoyo a los talibanes y contra los gobiernos de Pakistán y Afganistán. Su financiación también provenía del tráfico de personas ya que organizaba la entrada a Italia de paquistaníes a los que cobraban hasta 7 mil euros, que después eran destinados a las acciones terroristas en Medio Oriente.
Las agrupaciones operaban en la zona donde en 2011 fue asesinado Osama Bin Laden, en una operación de EEUU. De las escuchas telefónicas se desprendió que las familias de dos de los paquistaníes arrestados habían tenido contacto directo con el líder terrorista. Entre los arrestados están los responsables de la masacre llevada a cabo en el mercado de Peshawar, en Pakistán, en 2009, que tuvo un balance final de cien muertos.
Duras críticas a la UE
El Vaticano criticó ayer el proyecto de los dirigentes europeos de realizar una acción militar, en acuerdo con la ONU, para destruir los barcos de los traficantes de personas en Libia, por considerarlo “contrario al derecho internacional”.
La decisión de la UE surgió luego de la cumbre europea convocada, a raíz del naufragio de una embarcación en el Mediterráneo el 19 de abril, que dejó más de 700 muertos.
El presidente francés, François Hollande, había anunciado que se presentaría una resolución ante la ONU para poder destruir los barcos de los traficantes antes de que zarparan de Libia. “Es una idea muy extraña. ¿Qué van a bombardear? ¿Y el derecho internacional? Bombardear un país es un acto de guerra”, afirmó el funcionario del Vaticano encargado de migraciones, el cardenal italiano Antonio Maria Veglio, a la agencia del episcopado italiano SIR.