INTERNACIONAL
Pandemia de coronavirus

Donald Trump anunció que "tendremos una vacuna para finales de este año"

"Solo quiero conseguir una vacuna que funcione. Si otro país la consigue antes, me quitaré el sombrero", dijo el presidente en una entrevista en Fox News.

Donald Trump
Donald Trump. | Pablo Temes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este domingo que está "convencido" de que su país tendrá una vacuna contra la COVID-19 para finales de este año, pese a que los expertos en salud de su gobierno habían citado enero de 2021 como la fecha más temprana en la que podrían tener disponible el antídoto para el coronavirus.

"Estamos muy convencidos de que tendremos una vacuna para finales de este año", dijo Trump, sentado dentro del Lincoln Memorial de Washington para responder a las preguntas de dos presentadores de Fox News.

Trump reconoció que "los médicos preferirían que no dijera" que él espera la vacuna para antes. "Pero yo diré lo que pienso: creo que vamos a tener una vacuna más pronto que tarde", agregó, sin aclarar qué le hace pensar eso, más allá de citar sus conversaciones con "jefes de empresas" implicadas en el desarrollo de la vacuna. 

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Preguntado por si quiere tener la vacuna antes que cualquier otro país, Trump respondió: "No me importa, solo quiero conseguir una vacuna que funcione. Si otro país la consigue antes, me quitaré el sombrero". "Vamos mucho más rápido que (en el desarrollo de) ninguna vacuna en la historia", subrayó.


Las autoridades sanitarias estadounidenses consideran que desarrollar una vacuna probablemente tomará entre un año y 18 meses. No obstante, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el doctor Anthony Fauci, dijo a finales de abril que, dadas las circunstancias, si se desarrolla pronto una vacuna, pudiera ser distribuida ampliamente ya para enero próximo.

Trump también comentó que su gobierno está impulsando el remdesivir, un fármaco que mostró buenos resultados en los tratamientos de COVID-19. Este medicamento fue desarrollado originalmente para tratar el ébola y es producido por Gilead Sciences Inc., con sede en California. Los ensayos clínicos demostraron que el medicamento ayuda a acortar el tiempo de recuperación de las personas que están gravemente enfermas de COVID-19.

Cuestionado acerca de los próximos protocolos que se desarrollarán para las pruebas del nuevo coronavirus, Trump dijo que eso dependerá de los gobiernos estatales y reconoció que en lugares como Nueva York "tendrán que utilizar mascarillas y practicar el distanciamiento social durante mucho tiempo".

En ese sentido, explicó que hay algunos estados que tras haber sido más golpeados por la pandemia tardarán más tiempo en volver a la normalidad, pero ha apuntado que los ciudadanos pueden empezar a acudir a espacios públicos, como parques o playas, respetando el distanciamiento social.
 

El mandatario también elevó su predicción del número de muertes que dejará el coronavirus en EE.UU., dado que el cálculo de 50.000 o 60.000 fallecimientos que citó el 20 de abril ya quedó obsoleto y ahora supera los 67.000.

Gestión del coronavirus y las acusaciones a China

En la entrevista, Trump volvió a insistir en que hizo "lo correcto" al cerrar la frontera con China y ha asegurado que siente que "salvó un millón y medio de vidas" gracias a su gestión de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus: "Hice lo correcto. No deberíamos perder siquiera a una persona por esto. Nunca había visto una muerte así. Nunca había experimentado algo como esto", respondió al ser cuestionado sobre su gestión.

Trump, que aseguró no haber recibido información acerca de la pandemia hasta el 23 de enero,explicó que ha perdido a "tres amigos" durante la crisis y remarcó que la enfermedad ataca en especial a personas con problemas de salud anteriores. Además, volvió a defender la teoría de que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio chino de Wuhan, epicentro original de la pandemia, y acusó a China de haber cometido "un error horrible" y no querer admitirlo.

Anticipó que, este lunes, las agencias de inteligencia del país respaldarán públicamente su versión de que no fue hasta el 23 de enero cuando le dijeron "que vendría un virus pero que no iba a tener un impacto real". "Fue una conversación breve, poco después cerré el país a China y yo era el único en esa habitación que quería cerrarlo", recalcó Trump. Ante la posibilidad de que Washington acometa sanciones económicas contra China, Trump prefirió no aventurarse, pero sí dijo que se trata de "un juego muy complicado", que bien podría ser "póker" o "ajedrez", pero "no damas". 

DS