INTERNACIONAL
Elecciones en Rusia

Vladimir Putin, aplastante: fue reelecto por cuarta vez con más de 76% de los votos

Con más del 98% de las mesas escrutadas, el presidente logra números históricos y seguirá en el poder hasta 2024.

La decisión responde a una medida similar llevada a cabo por Estados Unidos y más de una veintena de países.
La decisión responde a una medida similar llevada a cabo por Estados Unidos y más de una veintena de países. | AFP

Vladimir Putin fue reelegido este domingo para un cuarto mandato en el poder de Rusia, con un aplastante resultado en los comicios, enmarcado por las acusaciones de fraude hechas por la oposición. Con el 90% de los votos escrutados, Putin lograba el 76,4% de los sufragios, mucho más que el 63,6% que obtuvo en los comicios de 2012, informó la Comisión Electoral. El jefe de Estado superaba al candidato comunista Pável Grudinin, que obtenía el 12% de los votos, al ultranationalista Vladímir Zhirinovski (6%) y a la periodista cercana a la oposición liberal, Xenia Sobchak (1,5%).

Ante cientos de sus partidarios reunidos en las inmediaciones del Kremlin, el mandatario de 65 años dio las gracias a los rusos y consideró su amplia victoria como una señal de "la confianza y la esperanza" del pueblo y el "reconocimiento del hecho de que muchas cosas se hicieron en condiciones muy difíciles". 

Durante el actual mandato de Putin, los precios del petróleo se desplomaron provocando una fuerte reducción de ingresos, sumada a las sanciones de Occidente por la anexión rusa de Crimea. "Vamos a trabajar duro, de forma responsable y eficiente", aseguró el presidente. Putin fue felicitado por el presidente chino, Xi Jinping, quien destacó que la relación entre ambos países "está en su mejor momento histórico". El presidente boliviano, Evo Morales, y el venezolano, Nicolás Maduro, también celebraron la victoria electoral de Putin. 

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La tasa de participación era de casi el 60% sobre las 15H00 GMT, según la Comisión Electoral, dejando presagiar una cifra definitiva decepcionante respecto a la de 2012 (65%), a pesar de los esfuerzos hechos por el Kremlin para movilizar al electorado en unas elecciones cuyo resultado todos daban por hecho. El principal opositor, Alexéi Navalni, apartado de las elecciones por una condena judicial, acusó al gobierno de aumentar artificialmente la movilización rellenando las urnas u organizando el transporte masivo de electores hacia los colegios electorales. 

"Necesitan participación. El resultado es que la victoria de Putin con más del 70% [de los votos] se ha decidido de antemano", dijo Navalni a la prensa, asegurando que la participación real era inferior a la de 2012. 

La oenegé Golos, especializada en la vigilancia de elecciones, ofreció un mapa de los fraudes en su sitio web en el que denunció más de 2.700 irregularidades como el relleno de urnas, votos múltiples u obstáculos a la labor de los observadores. La presidenta de la Comisión Electoral, Ella Pamfilova, dijo sin embargo que las irregularidades comprobadas fueron "relativamente bajas" y añadió que la votación fue transparente. "Está claro que las elecciones no son justas", replicó el comunista Grudinin, citado por la agencia de prensa Interfax. 

Las autoridades hicieron una campaña masiva de información e incitación al voto, facilitando el voto fuera de las circunscripciones de residencia pero también, según la prensa, presionando a funcionarios o estudiantes para que voten. Según militantes de la oposición, la policía trasladó incluso a electores en autobús hacia los colegios electorales y se distribuyeron cupones de reducción entre los electores.

El gran ausente en la elección presidencial, Alexei Navalni, no pudo participar debido a una condena por malversación de fondos, que siempre denunció como una maniobra orquestada por el gobierno. El popular bloguero, que cuenta con una fiel base de seguidores en todo el país, había llamado a boicotear los comicios y enviado a más de 33.000 observadores a los colegios electorales. Tras la votación, su coordinador de campaña, Ivan Jdanov, calificó de "éxito" el llamamiento al boicot. "La tasa de participación es más baja que la última vez a pesar de todo lo que hicieron", declaró. 

La última semana de campaña estuvo marcada por un nuevo episodio de tensión entre Moscú y Occidente debido al envenenamiento en Inglaterra del ex agente doble Serguéi Skripal y su hija el pasado 4 de marzo. Aunque había eludido hablar de ese caso durante toda la campaña electoral, Putin aprovechó el primer discurso tras su victoria para asegurar que no tenía sentido acusar a Rusia de ese envenenamiento con un supuesto agente tóxico. 

"Son mentiras, basura, tonterías", declaró Putin afirmando que su país había "destruido todas las armas químicas" de las que disponía, conforme a los tratados internacionales. Moscú había anunciado el sábado la expulsión de 23 diplomáticos británicos en represalia por una medida similar adoptada por Londres.

Estas elecciones se celebraron además simbólicamente cuatro años después de la ratificación de la anexión de la península de Crimea a Rusia, decidida al término de un referéndum considerado ilegal por Kiev y por las potencias occidentales. Como represalia por la participación de los habitantes de Crimea en las presidenciales, Kiev bloqueó el voto de electores rusos establecidos en Ucrania. Decenas de policías y militantes nacionalistas cerraron el domingo el acceso a los consulados rusos en varias ciudades.

El principal opositor, Alexei Navalni, apartado de las elecciones por una condena judicial, acusó al Kremlin de aumentar artificialmente la movilización rellenando las urnas u organizando el transporte masivo de electores hacia los colegios electorales: "Necesitan participación. El resultado es que la victoria de Putin con más del 70% se ha decidido de antemano", dijo Navalni a la prensa, asegurando que la participación real era inferior a la de 2012.