El presidente ruso, Vladimir Putin, no necesita anuncios electorales ni debates en televisión. Su eslogan de campaña es "Un presidente fuerte, un país fuerte" y no necesita nada más porque está seguro de que será reelegido presidente este domingo para un nuevo mandato de seis años. Sus siete adversarios, de escaso peso político, apenas tienen posibilidades de ganar.
En el cierre de las campañas, Putin, de 65 años, hizo llamamiento patriótico a votar: "De la voluntad de cada ciudadano depende el camino que siga nuestro país", dijo en un videomensaje. "Se lo pido: vayan a sus locales electorales el domingo". Putin puso fin a su campaña en su ciudad natal, San Petersburgo, donde visitó un centro de investigación médica y conversó con políticos y médicos.
En total, 109 millones de rusos están convocados a una larga votación que se extenderá durante 22 horas, pero no habrá datos definitivos hasta la mañana del lunes. Una encuesta publicada por el Centro de Investigación de Opinión Pública Ruso apuntaba una intención de voto por Putin del 69%. En segundo lugar, el candidato comunista, Pavel Grudinin, con sólo el 7%.
"Todo el mundo se da cuenta de que las elecciones son un voto de confianza para Putin", dice Pavel Sharikov, politólogo de la Academia Rusa de Ciencias. "Una baja participación podría minar duramente el resultado de los comicios, pero también podría arrojar ciertas preguntas sobre su legitimidad". "Para Putin, las elecciones no son un acto de competición política con otros candidatos. Si no un procedimiento de recibir otra confirmación pública de su legitimidad como líder ruso", señala el politólogo Nabi Abdullaev.
EN MEDIO DE CONFLICTOS
Los comicios se celebrarán ensombrecidos por la actual disputa con Reino Unido por el envenamiento de un ex espía ruso en Inglaterra. Londres culpa a Moscú del ataque, algo que el Kremlin rechaza rotundamente y esta semana los países expulsaron a un total de 46 diplomáticos (23 rusos y 23 británicos) como parte del conflicto.
Dos días antes de las elecciones rusas, el Reino Unido apuntó directamente a Putin como posible responsable último del ataque. La decisión de envenenar a Skripal la tomó "con toda probabilidad" el propio Putin, dijo el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, desde la ciudad de Uxbridge. “La ira de Londres se dirige contra el Kremlin, no contra el pueblo ruso”, aclaró.
Las elecciones se celebran en coincidencia con el aniversario de la anexión de la península ucraniana de Crimea. Para Putin se trata de su mayor éxito, mientras que la comunidad internacional lo considera una violación del derecho internacional. En protesta, el gobierno de Ucrania no permitirá que el domingo los ciudadanos rusos voten en Kiev.
PUTIN HASTA 2024
Putin ocupa el poder ruso desde hace 18 y, pesar de las críticas de parte de la sociedad, es el político más querido en Rusia. Se convirtió en primer ministro en 1999 al ser nombrado por el Parlamento con el apoyo del entonces presidente, Boris Yeltsin. Tras la renuncia de Yeltsin, pocos meses después, debido a una grave enfermedad, Putin asumió como presidente interino a sus 47 años y en 2000 ganó sus primeras elecciones presidenciales.
Yeltsin había allanado el camino a su sucesor al nombrarle director del servicio secreto interno FSB, el principal sucesor de la agencia de inteligencia soviética KGB. Pero la historia de Putin en los servicios secretos había comenzado durante el reinado de la KGB. El colapso de la Unión Soviética fue para él "la mayor catástrofe geopolítica del siglo".