La ministra del Gabinete Civil de la presidencia brasileña, Erenice Guerra, renunció a raíz de un escándalo de tráfico de influencia que sacudió el gobierno a poco más de dos semanas de los comicios presidenciales, según informó Ámbito Financiero.
La ministra alegó que es víctima de una "sórdida campaña" para destruir su imagen y "crear y alimentar artificialmente un clima de escándalo" en vísperas de la elección que definirá al sucesor de Luis Ignacio Lula da Silva en el gobierno a partir de enero de 2011.
Guerra, asumió la jefatura del Gabinete Civil en abril pasado y quedó en los últimos días en el epicentro de un escándalo después de una serie de denuncias y reportajes que acusan a su hijo Israel Guerra de tráfico de influencias y corrupción. Según fuentes oficiales, el presidente aceptó la renuncia y dijo que designará sucesor la próxima semana.
En la carta elevada a Lula y leída por Baumbach, Guerra atribuye la decisión de abandonar el gobierno a la divulgación de "mentiras que buscan desacreditar mi trabajo y al gobierno al cual sirvo".
Las sospechas que pesan sobre Guerra aumentaron, después de que el diario "Folha de Sao Paulo" publicó entrevistas con representantes de una empresa que denunciaron que una compañía ligada a Israel Guerra exigió un cinco por ciento del valor de un préstamo que sería concedido por el organismo federal de fomento, el BNDES, gracias a la ayuda del hijo de la ex ministra.
Las sospechas de irregularidades repercutieron de inmediato en la campaña hacia las elecciones del 3 de octubre: el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del candidato José Serra -quien según las encuestas marcha segundo en la disputa, más de 20 puntos atrás de Dilma Rousseff- divulgó una nota en la que demandaba la separación inmediata de la jefa del Gabinete Civil de su cargo.