La impresionante marcha de migrantes que se dirige a los Estados Unidos parece imparable. Poco a poco, unos 7.000 centroamericanos, en su mayoría hondureños, que partieron de San Pedro Sula el pasado día 13 de octubre, lograron llegar este lunes a Tapachula, la principal ciudad de la frontera sureste de México, a 35 kilómetros de la línea limítrofe. Allí, la mayoría de los indocumentados rechazaron los albergues a pesar de que se les ofreció atención médica, abrigo y comida caliente y se dispersaron por plazas y calles de la urbe, donde la gente les entregaba agua, fruta y otros alimentos.
Según la organización no gubernamental "Save The Children", los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos eludieron los alojamientos porque temen ser detenidos y porque además están totalmente saturados. "Es fundamental garantizar que los niños permanezcan con sus familias en condiciones dignas, en espacios que no los prive de su libertad", dijo Herminia Jiménez, coordinadora de Save The Children en Tapachula.
Se desconoce cuántos son exactamente. Los organizadores dicen que son 7.500 y las autoridades, más de 5.000. Hacia la noche del lunes avanzaron más de 41 kilómetros desde la ciudad sureña de Tapachula, en Chiapas, hacia la ciudad de Huixtla, donde pasarán la noche de este lunes. La mencionada ONG señaló además que 1 de cada 4 integrantes de la caravana son niñas, niños y adolescentes, mientras Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) desplegó ayuda en la zona con algunos de sus miembros para hacer un censo de las necesidades que sufren los menores de edad.
La caravana de migrantes salió el 13 de octubre de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, con el propósito de recorrer más de 4.500 kilómetros por Guatemala y México, hasta llegar a Estados Unidos.
La mayoría entró de manera ilegal a México por el río Suchiate, sin atender los llamamientos de las autoridades mexicanas y de Estados Unidos para regularizar su situación y pedir refugio en México. Algunos piensan quedarse en México, pero la mayoría pretende cruzar a Estados Unidos. De Huixtla a la Ciudad de México quedan 1.100 kilómetros y desde ahí a la frontera con Estados Unidos en Tijuana hay otros 2.700 kilómetros.
El avance de la caravana sigue irritando fuertemente al presidente estadounidense, Donald Trump, quien señaló que se trata de una "emergencia nacional" y anunció a través de Twitter que "comenzará a recortar o reducir sustancialmente las sustanciales ayudas otorgadas a Guatemala, Honduras y El Salvador". Además, acusó a los tres países centroamericanos de no ser capaces de detener el flujo de personas que quiere entrar en forma ilegal a Estados Unidos y también a la policía y el Ejército de México de ser "incapaces de detener la caravana", en la cual denunció que "criminales están mezclados con desconocidos de Medio Oriente".
Según "Save The Children", los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos eludieron los alojamientos porque temen ser detenidos y porque además están totalmente saturados.Uno de cada 4 integrantes de la caravana son niñas, niños y adolescentes.
Pero el mandatario estadounidense no es el único que intenta disuadir a la caravana de continuar. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo hoy que mientras los migrantes estén de forma irregular en el país, va a ser difícil que puedan continuar y llegar a Estados Unidos. De los miles de migrantes que llegaron el viernes a la frontera mexicana, 1.128 ya solicitaron refugio formalmente, un trámite que puede tardar tres meses y que supone que permanezcan en albergues.
"Otra vía que no sea la de mantenerse en apego a la legalidad difícilmente les permitirá a los integrantes de esta caravana cumplir con su objetivo", manifestó en un acto público y los llamó a "apegarse a los principios legales". El mandatario también advirtió que los migrantes se exponen a graves riesgos, como la inminente llegada del huracán "Willa", que podría tocar tierra el martes.
MUERTOS, DESAPARECIDOS Y ARREPENTIDOS
El Gobierno de Honduras informó este lunes que tiene reportes de dos personas muertas, 30 desaparecidas y 3.500 que retornaron voluntariamente, después de partir de ese país centroamericano en la caravana de migrantes. Lo informó la vicecanciller de Honduras, Nelly Jeréz, quien agregó que uno de los fallecidos ya fue repatriado y el otro que se encuentra en México mientras se realizan los trámites para la repatriación.
La funcionaria indicó que su Gobierno recibió denuncias de más de 30 personas desaparecidas, por lo que giraron instrucciones para comenzar la búsqueda en albergues de migrantes en Guatemala y México. Sobre los retornados dijo que se contabilizan 3.500 personas, de las cuales 300 llegaron este lunes procedentes directamente de México. Se estima que la cifra de "arrepentidos" crecerá en las próximas horas.
D.S.
