El Papa Francisco se reunió en la tarde de este sábado con ocho víctimas de abusos "clericales, religiosos e institucionales" de Irlanda, tras las fuertes críticas que recibió de parte del primer ministro Leo Varadkar, en el marco del viaje que realiza para cerrar el Encuentro Mundial de las Familias.
De acuerdo a información del vocero pontificio, Greg Burke, el encuentro tuvo lugar en la nunciatura de Dublin y duró una hora y media. Entre los presentes estuvieron Marie Collins, víctima de abusos de un cura pedófilo cuando tenía 13 años y se recuperaba de una infección en un hospital. Además, asistieron los reverendos Patrick Mc Cafferty, Joe McDonald, el consejero Damian O'Farrell, Paul Jude Redmond, Clodagh Malone y Bernadette Fahy.
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En tanto, la Coalición de Sobrevivientes de Hogares, una organización de víctimas de curas, emitió este sábado un comunicado en el que remarcó la condena que el Pontífice hizo durante la reunión al encubrimiento de los abusos que hubo en la Iglesia católica. Según el texto, el Papa refirió a este tipo de crímenes como "caca".
De Gira. Francisco arribó este fin de semana a Irlanda en un momento muy delicado para el futuro de la Iglesia católica, sacudida hace algunas semanas por sórdidas revelaciones de viejos abusos sexuales cometidos en Estados Unidos.
En este marco, este sábado el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, le pidió sumo pontífice que se haga "justicia" por las víctimas de abusos cometidos por eclesiásticos en el mundo entero. Tras esto, Francisco reconoció su "vergüenza" y "sufrimiento" por estos "crímenes innobles".
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Varadkar, un jefe de gobierno abiertamente gay y símbolo de una nueva Irlanda liberal, abogó por que "las víctimas y los sobrevivientes obtengan justicia, verdad y curación". En ese marco, expresó: "Santo Padre, le pido utilizar su posición y su influencia para que esto se haga aquí en Irlanda y en el mundo entero".
Luego de escuchar lo expuesto por el funcionario, el Papa reconoció su "vergüenza" y "sufrimiento" ante "el fracaso" de la Iglesia por no haber afrontado de forma adecuada "los crímenes innobles" del clero en Irlanda.
"El fracaso de las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros— al afrontar adecuadamente estos crímenes repugnantes ha suscitado justamente indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto estos sentimientos", indicó.
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"No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y de educarlos", admitió el argentino. Pero, al mismo tiempo, defendió el rol de la Iglesia que "en Irlanda ha tenido, en el pasado y en el presente, un papel de promoción del bien a los niños que no puede ser ocultado".
A.B./U.U.
