Cuerpos, pedazos de metal, partes de equipaje y otros restos “llovieron” en un área agrícola ucraniana a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia luego de que el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fuera derribado sobre el este de Ucrania. Uno de los cadáveres atravesó el techo de la casa de una ciudadana ucraniana, Irina Tipunova, en el tranquilo pueblo de Rozsypne. "Abrí la puerta y vi gente cayendo. Uno cayó en mi huerto", comentó la testigo a Reuters.
"Hubo un sonido ensordecedor y todo comenzó a temblar. Luego empezaron a caer objetos desde el cielo", explicaba Tipunova, una jubilada de 65 años, frente a su casa. Añadió: "Y luego escuché un estruendo y ella aterrizó en la cocina, el techo estaba roto”. Cuando estaba siendo cuestionada por la periodista el cuerpo desnudo de una mujer yacía aún dentro de la vivienda junto a una cama; no había retirado aún el cadaver pues estaba esperando que los expertos llegasen para hacerse cargo de la situación.
A unos 100 metros de la casa de la jubilada ucraniana había decenas de cuerpos en los trigales donde el avión cayó el jueves. La parte delantera del aparato se estrelló en medio de un campo de girasoles a un kilómetro de la casa de Tipunova. En sus alrededores se esparcieron restos, cuerpos o partes de ellos yacían en el terreno.
Según las declaraciones de los trabajadores de emergencia, se hallaron la mayoría de los cuerpos, algunos de ellos casi intactos y otros, por el contrario, destrozados. Los cadáveres se habían empezado a apilar de forma más o menos ordenada pero otros yacían justo donde cayeron. El lugar fue marcado con palos con tela blnaca clavados en el suelo.